Cuando las temperaturas comienzan a ascender, de forma casi inmediata nos asaltan (¿o quizás el algoritmo ha capturado a la perfección mis inseguridades?) innumerables anuncios en las redes sociales que nos animan a luchar por conseguir nuestra “mejor versión” (¿acaso no es ESTA?) y prepararnos para tener “un cuerpo de verano”. Es entonces cuando de fantasear con tardes a la orilla del mar, pasamos a angustiarnos con la MOB: la Maldita Operación Bikini.