Voici une recette issu d'un croisement entre un Paris-Brest pour la forme et la pâte à choux, et un fraisier pour sa composition. Ce dessert, je l'ai réalisé ce WE pour l'anniversaire de ma maman. Comme beaucoup de monde, on aime le fraisier mais ce...
The renowned baker shares his top baking tips for everyone—whether you’ve never baked a baguette before, or whether you’re a regular when it comes to experimenting with macarons.
The Paris-Brest is one of the most French pastries, which is topped with roasted almonds and filled with a creamy praline pastry cream that overflows its crown of puff pastry. Find the best examples of this delicacy, from the likes of Jacques Genin, Cédric Grolet or Carl Marletti in our gourmand guide below.
Voici une recette issu d'un croisement entre un Paris-Brest pour la forme et la pâte à choux, et un fraisier pour sa composition. Ce dessert, je l'ai réalisé ce WE pour l'anniversaire de ma maman. Comme beaucoup de monde, on aime le fraisier mais ce...
We thought we would start sharing a few different desserts that you may not have ever tasted or even heard of before! This first French deli...
¡Hola a todos! Hacía mucho tiempo que no publicaba una receta en el blog por falta de tiempo, la tienda me tiene totalmente absorbida, pero se acercan las navidades y con mi equipo maravilloso de Megasilvita hemos decidido animaros a que hagáis un ¡Roscón de Reyes como dios manda! (o varios!) No os podéis perder ninguna de las recetas de mis compañeros ¡porque son muy top! Yo os dejo con la mía, primero tenéis que saber que un roscón como cualquier masa que necesite levados es muy lenta de hacer, pero os aseguro que muy agradecida, os prometo que merece la pena. La receta se compone de tres partes (con varios tempos en cada fase) y os la explicaré por orden de ejecución, así que allá vamos: 1. Premasa (Ingredientes) - 150 gramos de harina de fuerza - 100 ml de leche - 12 gramos de levadura fresca - 1 cucharadita de azúcar Preparación En un vaso pondremos la leche junto con la levadura para diluirla, la leche debe estar tibia. En un cuenco a parte, pondremos la harina de fuerza y realizaremos un hueco en el centro donde añadiremos nuestro vaso de leche con la levadura diluida, sólo tendremos que mezclar hasta obtener la masa, una vez la tengamos le haremos una cruz con un cuchillo en la parte superior, como si de un pan se tratase. Esta bolita la pondremos en un bol lleno de agua tibia, la masa caerá hasta el fondo del bol cuando la sumerjamos, en este punto la dejaremos reposar unos 10/20 minutos, sabremos que lo tenemos listo cuando por arte de magia la bola de masa suba a la superficie (su tacto en este momento es esponjoso y muy blandito). Reservamos la premasa y pasamos a la segunda parte, la más laboriosa. 2. Masa base (Ingredientes) - 550 gramos de harina de fuerza - 100 ml leche - 20 gramos de levadura fresca - Ralladura de un limón - Ralladura de una naranja - 3 huevos - 200 gramos de azúcar - 1/2 cucharada de sal - 3 cucharadas de vino marsala - 1 cucharada de vainilla - 100 gramos de mantequilla - 20 ml de agua de azahar Preparación En un bol grade pondremos la harina de fuerza previamente tamizada y reservamos. En otro bol incorporaremos la ralladura del limón, de la naranja (muy bien picada y con precaución de evitar la parte blanca) los huevos, el azúcar, la vainilla, la sal y el vino marsala y batiremos hasta obtener una pasta homogénea, reservamos. Ahora repetiremos un paso que ya hemos hecho en la premasa, que es diluir la levadura en la leche, aunque esta vez con más cantidad de levadura. En nuestro primer bol donde tenemos la harina de fuerza reservada, haremos un hueco en el centro e incorporaremos el vaso con leche y levadura que acabamos de diluir, y acto seguido nuestra pasta del segundo bol, compuesta por limón, naranja, huevos, azúcar, vainilla, sal y marsala. Mezclamos del centro hacia afuera. En este punto añadiremos la mantequilla en pomada y el agua de azahar, amasamos sin miedo y vamos incorporando en pedazos nuestra premasa, obtendremos una masa pegajosa y nada firme después de unos cinco minutos de amasado. Aquí ya tendremos la masa realizada, lo que nos toca ahora es tener un poco de paciencia y amasar y reposar. Amasado, reposo y horneado Pasaremos nuestra masa a la encimera, podemos ayudarnos con un poco de aceite en nuestras manos para que nos sea más fácil manejarla, incluso harina en la mesa y amasaremos unos 10/15 minutos hasta que sea elástica y totalmente homogénea. Aquí dejaremos nuestra masa en un bol/ tupper tapada con un trapo unas 4/5 horas, para que la levadura actúe, cuanto mejor sean las condiciones más rápido y mejor crecerá, así que si podéis dejar la masa cerca de un radiador (¡no encima!) sería perfecto. Transcurridas las 4/5 horas de reposo dividiremos nuestra masa en 2 o 3 partes (yo la dividí en 3 para hacer roscones más pequeños) y le daremos forma de roscón, es decir, con un agujero en medio, atención que crecerá más, por lo que el agujero tendrá que ser mucho más ancho, sino conseguiremos ¡un bollo y no un roscón! ; podéis incluso colocar un vaso impregnado en aceite para no quedaros sin agujero (aunque es un poco de trampilla pero no se lo diremos a nadie!) Ahora nuestros tres roscones reposarán otra hora. Pasado este tiempo precalentaremos el horno a 180ºC, y los decoraremos con nueces que le dan un toque riquísimo y rústico (lo típico sería ponerle fruta confitada, que también podéis). Hornearemos cada uno de los roscones unos 20 minutos, es importante que los metáis de uno en uno, el olor que desprende es único. Una vez tengamos nuestros roscones, podemos presentarlos así pero en mi caso quise rellenarlos con una suave crema de queso para que sea aún más rico. Crema de queso para el relleno ( Ingredientes) - 300 gramos de queso Philadelphia - 150 gramos de azúcar glase - 360 ml de nata líquida Preparación Ponemos en un bol la nata y batimos hasta montarla con unas varillas (un buen truco es tener la nata en el bol en la nevera un rato antes para que esté fría y así monte bien) En otro bol mezclamos el queso y el azúcar y una vez tengamos una masa homogénea le incorporamos la nata con movimientos envolventes para que no nos baje la nata montada. Ya podemos rellenar nuestro roscón y disfrutarlo con un buen vaso de leche :) Os dejo con los enlaces de mis compañeros ¡no os los perdáis!: 1, Roscón de Reyes Rápido - Contigo en la Playa 2. Roscón de Reyes fácil en bundt con glaseado espejo de chocolate - Merceditas Bakery 3. Roscón de Reyes de Chocolate y Turrón - Cookcakes de Ainhoa 4. Roscón de Reyes sin gluten - Jaleo en la Cocinal 5. Roscón de Reyes de especulos - Un pedacito de cielo 6. Cómo hacer un Roscón de Reyes fácil - Megasilvita 7. Receta de Roscón de Reyes clásico - Megasilvita 9. Roscón de Reyes red Velvet - Con aroma de vainilla 10. Roscón de Reyes Ferrero Rocher con masa madre - Manzana &Canela
Di questo dolce so che fu stato inventato da un pasticcere francese in occasione della corsa ciclistica Parigi - Brest - Parigi, che la sua forma rotonda dovrebbe ricordare la ruota della bicicletta, che mi è rimasto impresso nella mente da quando ho partecipato ad un lontano corso di pasticceria, che si fa con la pasta choux, la stessa dei bignè e che è buonissimo...ricco e buonissimo! Si, la ricetta, non è delle più veloci, sono praticamente tre dolci in uno, ma se tutti quelli ai quali l'ho fatta assaggiare non l'hanno più dimenticata un motivo ci sarà!!! Inoltre la Pasqua si sta avvicinando e sarà un piacere e una grande soddisfazione portare in tavola un dolce così bello e primaverile .... Ingredienti per 4 persone: La ricetta per eseguire la pasta choux la trovate cliccando qui, per 4 persone vi consiglio di utilizzare solo metà dose. Per la buche gateau 2 uova 40 gr di zucchero 40 gr di farina Per la crema pasticcera 500 ml di latte 3 tuorli 100 gr di zucchero 50 gr di fecola di patate mezza bacca di vaniglia Per la decorazione 250 ml di panna fresca 2 cucchiai di zucchero a velo fragole Preparare la ciambella di pasta choux Preparata la pasta choux, inseritela in una sac a poche. Rivestite una teglia da forno con carta oleata. Sistemate un bicchiere al centro della teglia e con una matita disegnate il bordo, questo sarà il buco della vostra Paris Brest. Tagliate con le forbici la punta della sac a poche e praticate due cerchi di pasta choux sulla teglia seguendo il bordo di quello che avete disegnato, poi fatene un altro sopra ai due. Cuocete la ciambella a 170° forno statico per 20/25 minuti, passato questo tempo, aprite lo portello del forno, fate uscire la nuvola di umidità e richiudete, continuate la cottura per altri 10 minuti. Sfornate la ciambella e trasferitela subito sua grata per farla raffreddare. E' probabile che una volta tolta dal forno la ciambella si abbassi leggermente, è normale, questo avviene perchè l'interno è ancora umido, l'importante che la base inferiore risulti cotta all'esterno, se così non fosse, rimettetela in forno per atri minuti. Preparare la crema pasticcera Mettere il latte in un pentolino con i semi della bacca di vaniglia e scaldare senza portare al punto di ebollizione. Sbattere i tuorli lo zucchero, aggiungere la fecola e versare nel latte caldo. Alzare la fiamma e cuocere fino ad addensamento della crema. Togliere immediatamente dal fornello una volta raggiunta la giusta consistenza e trasferire in un recipiente largo, tipo un vassoio. Coprire con pellicola e far raffreddare velocemente. (io spesso metto dieci minuti in congelatore) Preparare la buche gateau Montare con le fruste elettriche le uova con lo zucchero. Quando saranno diventate chiare e spumose, aggiungere la farina setacciata e amalgamare con una spatola o sempre con le fruste, ma alla minima velocità. Nella teglia dove cotto la ciambella di pasta di choux con la solita carta da forno, versate l'impasto e livellato delicatamente con una spatola all'altezza di circa mezzo centimetro. Cuocete in forno a 170° fino a colorazione, di solito 10-15 minuti. Togliete dal forno, lasciate intiepidire e poi staccate la buche dalla carta. Preparare la decorazione Lavate le fragole e tagliatele a metà. Montate la panna con lo zucchero a velo e inseritela in una sac a poche con beccuccio a stella. Assemblaggio del dolce Dividete la ciambella a metà. Farcite con un abbondante strato di crema pasticcera. Tagliate a quadretti la buche gateau e sistematela sopra lo strato di crema. Decorate con la panna montata e richiudete con la parte superiore della ciambella. Al centro, nel buco, sistemate le fragole e spolverate con zucchero a velo. Ci vediamo la prossima settimana con un paio di ricette pasquali, voi, intanto, nel fine settimana tenetevi in allenamento!!!! un abbraccio Con questa ricetta partecipo al contest di Alessandra Dolcemente Inventando "Sapori e colori di Pasqua"
[IT/EN] Il Paris- Brest è un dolce formato da un grande anello di pasta choux cotto al forno che viene tagliato a metà e farcito, in questo caso, con morbida panna montata e lamponi. Una deliziosa e facile ricetta di pasticceria semplice da replicare a casa. Provalo subito! // Paris-Brest (recipe also in English on OPSD blog). Learn how to make a French classic gâteau: Le Paris-Brest. An amazing, delicious pastry made with soft, fluffy choux pastries filled with a smooth and velvety whipped cream and raspberries!
Una zeppola gigante cotta al forno ripiena di crema mousseline.
Recipe Paris Brest with chocolate mousseline and orange. Learn how to prepare this pastry of French origin with my recipe explained step by step with video.
Френският десерт Париж - Брест е създаден през 1910 г в чест на колоездачното състезание Париж - Брест - Париж, което е стартирало през 1891 г и е най-старото колоездачно събитие, активно и до днес. А специфичната кръгла форма на популярното лакомство символизира велосипедно колело. Днес, легендарният Париж-Брест може да се намери във всички френски сладкарници по света и е един от най-популярните десерти във Франция. Моето предложение е олекотено като вкус и не така времеемко и можете да изненадате гостите или любимите си хора по всяко време с неустоим и ефектен френски десерт - хрупкаво многолистно тесто със запечени бадеми, гарнирано с лек крем и свежи сезонни плодове :) Рецептата можете да намерите и в кулинарния блог La Vita e Bella Необходими продукти: 1 опаковка (800 г) бутер тесто Белла 1 яйце 30 г филирани бадеми 1-2 с.л. пудра захар, за поръсване 200 г свежи ягоди, за декориране За крема: 60 г меко масло 120 г пудра захар 400 г крем сирене (или 200 г крем сирене + 200 г заквасена сметана) 1 ч.л. чист екстракт от ванилия (или 2-3 прахчета) Начин на приготвяне: Размразяваме бутер тестото, като го прехвърлим от предната вечер в хладилника или за около 40 минути на стайна температура. Разбиваме маслото с пудрата захар и ванилията до пухкав бял крем. Постепенно добавяме крем сиренето, като не преставаме да разбиваме, до получаването на гладък крем, покриваме със свежо фолио и съхраняваме в хладилника. Загряваме предварително фурната до 220С или 200С с вентилатор и покриваме дъното на плитка тава с хартия за печене. Разстиламе бутер тестото върху леко набрашнена работна повърхност (или листа, в който са опаковани) и с резец или тънкостенна купа изрязваме четен брой кръгове с диаметър около 10 см (или по избор). С по-малък резец или тънкостенна чаша (5-6 см) изрязваме центъра на вече изрязаните кръгове, за да се получи нещо като поничка. Намазваме с разбито яйце половината от бутер ринговете и ги похлупваме с останалите, като притискаме по краищата на тестото, за да не се отделят при печене. Намазваме отново с разбито яйце и поръсваме с филирани бадеми. Печем в предварително загрята до 220С или 200С с вентилатор фурна около 20 минути, или до златисто кафяво. Оставяме изпечените бутер рингове да се охладят напълно върху решетка и разрязваме с остър нож надлъжно през средата. Прехвърляме крема в пош с накрайник и шприцоваме, или нанасяме с лъжичка, върху долната половина от разрязания бутер ринг, гарнираме с резенчета ягоди и похлупваме с горната половина. Преди да поднесем, поръсваме с пудра захар.
Nous voilà le 1er décembre, le compte à rebours est lancé avant les fêtes de fin d'année. Je sais qu'il y a déjà pas mal de personne qui sont déjà dans la recherche de recette pour les festivités vu tous les mails reçus (les recettes introuvables sont...
Le Paris-Brest par le Chef Carl Marletti. Pâte à choux, confit praliné, crémeux praliné. Un entremets de fête facile à faire !
We thought we would start sharing a few different desserts that you may not have ever tasted or even heard of before! This first French deli...
Acest desert faimos al francezului, Paris-Brest, este minunat si in varianta aceasta mai lejer de vanilie si capsune!
Salve amici, oggi vi propongo questo goloso dessert chiamato paris brest o comunemente chiamato zeppolone farcito di qualsiasi crema o ganache.Io l'ho preferito farcire di semplice crema pasticcera...
Découvrez comment réaliser facilement une recette de paris brest en suivant les étapes simples de notre préparation. Un délicieux dessert de chef qui plaira à tous !
Mai come in questo momento così difficile e pesante per tutti, si sente l’esigenza vitale di distrarsi, di occupare il più possibile la mente con pensieri positivi e di tenersi impegnati in attività che amiamo e che ci aiutano a farci sentire meglio. La mia valvola di sfogo è la cucina, ovviamente. Mettermi lì ad impastare, a montare e frullare ha sempre avuto un potere calmante, terapeutico e, anche in questa emergenza, si sta rivelando la miglior cura per le mie ansie. Sto approfittando di questo tempo passato in casa e della presenza di mio marito che mi aiuta con il piccolo per cimentarmi in quelle preparazioni un po’ più lunghe e laboriose, da sempre nella “to do list”, ma mai concretizzate per mancanza di tempo. Una di queste è senza dubbio il PARIS BREST, dolce di origine francese a base di pasta choux e crema mousseline, parente stretto delle nostre zeppole, di una bontà unica. Non sono una fan sfegatata del bignè, devo ammetterlo. Quando acquisto le classiche pastarelle in pasticceria lo snobbo sempre, preferendo altri dolci, ma ho una strana passione nel prepararlo, non so bene in motivo, probabilmente perché vederlo gonfiare così bene in forno mi da una soddisfazione inimmaginabile! LA PASTA CHOUX Prima di passare alla ricetta, spendiamo due parole per la PASTA CHOUX, o pasta bignè. Un impasto semplice, a base di pochissimi ingredienti come acqua ( e, spesso, latte), farina, burro e uova, ma che nasconde qualche insidia nella preparazione. Vediamo quale: Il bignè prevede una doppia cottura, la prima sul fuoco, la seconda in forno. Bisogna preparare una prima “polentina” in un pentolino portando ad ebollizione l’acqua con il burro e aggiungendo la farina tutta in una volta. Il composto che si otterrà sarà molto denso e dovrà essere asciugato in maniera corretta sul fuoco: se lo asciugherete poco, il bignè risulterà umido e non riuscirete ad incorporare correttamente tutte le uova, in caso contrario, se lo farete asciugare troppo a lungo, avrete bisogno di una maggiore quantità di uova. Se avete a disposizione un termometro da cucina, la temperatura dell’impasto dovrà essere compresa tra 92 e 96 gradi, comunque vi accorgete che è pronto quando si staccherà bene dalle pareti del pentolino e inizierà a sfrigolare, basteranno pochi minuti. Le uova. Vanno aggiunte al composto tiepido una per volta, facendo amalgamare bene la prima per poi passare alla successiva. Fidatevi sempre di ricette che indicano la quantità in grammi di uova e non il numero perché, come si sa, le uova hanno peso diverso e basta poco per sbilanciare la ricetta. La quantità di uova è sempre indicativa perché varia in base a quanto è umida la vostra polentina, dovrete procedere per gradi, aggiungendo l’uovo poco alla volta e controllando la consistenza dell’impasto. Non sempre dovrà essere aggiunta tutta la quantità di uova. Dovrete ottenere un composto simile ad una crema pasticcera densa, che non cola dal cucchiaio e che rimane in forma una volta spremuto. Dovrà essere lucido, in caso contrario, cioè in caso di composto opaco, dovrete aggiungere ancora poco uovo. Un composto troppo liquido non è più recuperabile perché non gonfierà in forno. I bignè andranno spremuti su una teglia da forno appena unta con del burro e MAI sulla carta forno. Imburrate bene una teglia, quindi, e passate dello scottex per eliminare l’eccesso. Solo in questo modo il bignè riuscirà ad aggrapparsi alla teglia e a svilupparsi in altezza. Una teglia troppo unta comporterà una base dei bignè concava e non piatta. La cottura è sicuramente lo step più delicato di questa preparazione. In base alla mia esperienza, alle ricette a cui mi sono affidata e al mio forno la cottura perfetta è a 200 gradi per i primi minuti, fino a quando il bignè non risulterà ben gonfio e appena dorato, poi a 180 gradi per il tempo restante con la valvola aperta per far uscire il vapore. Basterà inserire una pallina di stagnola nello sportello del forno per lasciarlo appena socchiuso, in questo modo il bignè potrà asciugare bene anche all’interno e il vapore potrà uscire. A cottura ultimata spengo il forno e lascio i bignè all’interno fino a raffreddamento, con lo sportello semi aperto. Le tempistiche di cottura variano in base al forno e in base alla dimensione delle preparazioni: per i classici bignè piccoli bastano 15 minuti nel mio forno, quindi dovrete regolarvi in base al vostro elettrodomestico. Ricordate di NON aprire mai il forno prima che i bignè siano ben gonfi e dorati, solo DOPO potrete iniziare a far uscire il vapore. La ricetta a cui mi affido io da anni è quella del maestro Luca Montersino che non mi ha mai delusa. Si ottiene un risultato eccellente, con dei bignè croccanti fuori e umidi dentro, leggeri, saporiti, ben gonfi e vuoti al centro, perfetti per tante preparazioni dal profitterol agli eclair, alle zeppole o al Paris Brest, come in questo caso. Per farcire le mie ciambelle di bignè ho utilizzato la crema mousseline. L’ho preparata per la prima volta e mi sono completamente innamorata della sua cremosità e ricchezza scioglievole. La crema mousseline si ottiene aggiungendo del burro ( di solito la metà della quantità di latte usato nella crema) a della classica crema pasticcera. Una volta ben fredda, la crema viene montata con le fruste ottenendo una mousse dalla consistenza vellutata e buonissima, molto delicata nonostante la presenza del burro, il cui gusto non è predominante. La classica mousseline con cui viene farcito il Paris Brest è addizionata con il pralinato, una cremina deliziosa ottenuta semplicemente frullando del croccante alle nocciole che si prepara in casa in pochissimo tempo. Che bontà ragazzi! Una delle creme più buone mai mangiate, che non si smonta, che tiene bene la forma, perfetta per farciture e decorazioni. Provatela! PARIS BREST CON MOUSSELINE AL PRALINATO INGREDIENTI PER LA PASTA CHOUX 90 g di acqua 80g di burro 90 g di farina 00 10 g di latte 135 g di uova intere Un pizzico di sale (2 g) 1 cucchiaino raso di zucchero PER IL PRALINATO 85 g di nocciole tostate e spellate 85 g di zucchero PER LA MOUSSELINE pralinato 250 g di latte 50 g di panna fresca 60g di zucchero 60 g di tuorli ( circa 3 medi) 30 g di maizena 2 g di colla di pesce 140 g di burro morbido PREPARAZIONE: Il giorno prima preparate la mousseline. Per prima cosa occorre fare il pralinato: su un piatto coperto con carta forno sistemate le nocciole spellate e tostate una accanto all’altra in un solo strato. In una padella antiaderente versate lo zucchero e lasciatelo fondere a fiamma media senza mai mescolarlo. Dovrete ottenere un caramello biondo. Versate il caramello uniformemente sulle nocciole ottenendo un croccante. Lasciate raffreddare, poi trasferite in frigo per almeno un’ora. Trascorso questo tempo, rompete il croccante a pezzi e frullatelo in un robot da cucina: otterrete prima un composto farinoso, poi, pian piano, frullando, si trasformerà in una cremina omogenea. Avrete ottenuto il pralinato. Mettete in ammollo la gelatina in acqua fredda. Preparate la crema: in un pentolino portate ad ebollizione il latte e la panna. A parte sbattete i tuorli con lo zucchero e aggiungete la maizena. Versate nel composto di tuorli il latte e la panna caldi, poco alla volta, mescolate bene e versate di nuovo il tutto nel pentolino. Cuocete la crema, mescolando continuamente con una frusta, fino a farla addensare. Allontanate dal fuoco, attendere qualche minuto e sciogliete al suo interno la gelatina ammollata e strizzata. Iniziate ad aggiungere alla crema il burro morbido, un pezzettino alla volta, lasciandolo fondere per bene. Aggiungete anche il pralinato preparato precedentemente. Mescolate energicamente e trasferite in frigo in un recipiente chiuso o coperto con pellicola. Dovrete attendere almeno 4 ore, meglio se tutta la notte. Il giorno dopo occupatevi del bignè: in un pentolino unite l’acqua, il latte, il sale, lo zucchero e il burro a pezzi. Accendete il fuoco e portate il tutto a sfiorare appena l’ebollizione. Non dovrà bollire troppo, altrimenti il liquido evaporerà sbilanciando la ricetta. Allontanate dal fuoco e versate la farina tutta in una volta, iniziate a mescolare e riportate sul fuoco. Lasciate cuocere per qualche minuto, fino a quando il composto non si staccherà bene dalle pareti e il fondo non comincerà a sfrigolare. Se avete un termometro dovrà essere tra i 92 e i 96 gradi. Trasferite in una ciotola o nella planetaria e lasciate intiepidire, mescolando. Iniziate ad aggiungere le uova, una alla volta, mescolando bene con un cucchiaio di legno o nella planetaria con frusta a K. Potrebbero non servire tutte le uova, fermatevi quando otterrete un composto lucido, denso, simile ad una crema pasticcera soda, che non cola dal cucchiaio. Trasferite l’impasto in una sacca da pasticceria dotata di bocchetta tonda e iniziate a formare le vostre ciambelline su una teglia da forno appena unta con pochissimo burro. Con questa dose vi verranno 6 Mini Paris Brest da 10 cm circa o un unico Paris Brest grande. Dovrete spremere un solo giro d’impasto. Se volete, potete usare un coppapasta o un bicchiere come guida per ottenerli tutti uguali ( posizionare il bicchiere capovolto sulla teglia e spremete l’impasto attorno ad esso, senza toccarlo). Tenete i Paris Brest ben distanziati perché in cottura triplicheranno di volume. Infornate a 200 gradi statico per più o meno 15/20 minuti. Quando i bignè saranno ben gonfi e dorati, abbassate a 180 gradi e aprite appena il forno, sistemando nello sportello una pallina di stagnola, in questo modo il vapore uscirà e i bignè si asciugheranno bene. Proseguite la cottura per altri 15/20 minuti. A cottura ultimata, spegnete il forno, aprite lo sportello e lasciate raffreddare al suo interno i bignè. Prendete la mousseline dal frigo e montatela per qualche minuto con le fruste elettriche. Traferitela in una sacca con bocchetta a stella. Tagliate a metà i Paris Brest e farciteli con la mousseline. Completate con poco zucchero a velo. Note: Con questa dose potete realizzare anche i classici bignè: spremete l’impasto in piccoli ciuffetti e con la punta del dito umida abbassate le puntine formatesi altrimenti in cottura bruceranno. Cuoceteli allo stesso modo, ma per minor tempo. Per il Paris Brest grande la cottura è ancora più delicata. Non aprite MAI il forno prima che sia ben gonfio e dorato, altrimenti tenderà a sgonfiarsi. Le basi bignè potete prepararle anche un paio di giorni prima. Conservatele in una scatola di latta. I bignè temono l’umidità, quindi tendono ad ammorbidirsi. Basterà tenerli in forno a 180 gradi per 5 minuti per riaverli come appena fatti. I Paris Brest farciti si conservano in frigo per 2/3 giorni. Spero che questa ricetta vi sia piaciuta, Vi aspetto alla prossima, Baci, Azzurra