(Tomado de Incidental Comics)
Las Musas griegas eran las divinidades inspiradoras de las artes y las ciencias, mencionadas por primera vez por Hesíodo.
Las piezas proceden de la residencia en la Costa Azul que François Catroux compartía con su mujer, Betty, una de las musas de Yves Saint Laurent.
Con el fin de estimular la escritura creativa, la revista de artes, ciencias y humanidades “Las nueve musas” convoca el VI Premio “Las nueve musas” de
Hay una anécdota simpática sobre un escultor, que donde la leo identifican con Rodin pero que dudo muchísimo que sea realmente el protagonista, que servirá al menos para traer por aquí a las "Las tres gracias": la belleza, el encanto y la alegría, representadas por las tres damiselas conocidas por Eufrósine, Aglaya y Thalia, las hijas de Zeus y la ninfa Eurínome, que inspiraron el maravilloso grupo escultórico de Antonio Canova que encabeza esta entrada. La anécdota cuenta que un escultor, al que no daremos nombre, hizo nueve esculturas de mujer, todas de tamaño similar pero con posturas o gestos totalmente diferentes. Un amigo suyo al ver el grupo finalizado le preguntó qué representaban y el escultor le dijo que eran "Las nueve musas": Calíope musa de la poesía, Clío de la historia, Euterpe de la música, Erato de la poesía lírica, Melpómene de la tragedia, Polimnia de la retórica, Talía de la comedía, Terpsícore de la danza y Urania, musa de la astronomía. El escultor hubiese deseado vender el grupo al completo pero al no encontrar comprador, aceptó a regañadientes la venta de dos de aquellas esculturas y desde ese mismo momento pasó a denominar al grupo restante como "Los siete pecados capitales". Por mucha palabrería que le echó al asunto no logro venderlas todas y de nuevo tuvo que aceptar vender dos de las piezas por separado y como un artista ha de tener recursos no encontró problema alguno en intentar vender el grupo como "Los cinco sentidos". Falto de suerte y con la cartera vacía solo pudo colocar una de las obras, que convirtió a las restantes en "Las cuatro estaciones", un grupo que no duró ni un verano juntas, pues cuando de nuevo el escultor se vio en la necesidad de vender otra de las obras hubo de rebautizar el grupo como "Las tres gracias". Ni por esas logró vender el lote, que solo iba colocando pieza a pieza y con mucho trabajo. De este modo tras vender una nueva escultura se quedó con las que pasaron a ser "La noche y el día" y cuando vendió una de las obras de la pareja, se quedó con una única talla que paso a llamar "La soledad". Tampoco ella duró. Desde ese día las musas nunca más volvieron a visitarle. Suena a chistecillo antiguo, pero no cabe duda de que sirve a la perfección para ilustrar esa habilidad que tienen muchos artistas para buscar una razón de ser para sus obras, a veces con disquisiciones casi de tipo filosófico o metafísico que obligan a los aficionados al arte a fruncir el ceño mientras que escrutan la obra a la búsqueda de aquella elaborada explicación que dio el sesudo artista. Del grupo de "Las tres Gracias" de Canova existen dos copias, una en el Hermitage y otra que muestran por temporadas en el Victoria & Albert Museum o las Galerías Nacionales de Escocia. Imagen: Tomada de Wikimedia Commons. Licencia (CC BY-SA 3.0). Enlazamos la fuente original: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Le_tre_Grazie.jpg
Doncella de viento..! Lanzando un suspiro de aliento perfumado, cuan polen a la caprichosa brisa desparrama, flor en desconsuelo grita por su amado, su corazón amargo, tan lejos se desgarra. Es el estigma que la doncella tiene adosado, cabalgando al viento sobre su vientre, a su corcel deslizara sobre el aposento, por solo un momento efímero, placer latente. Un idilio ya designado, mostrado por un alba, tempranamente tendrá su zenit majestuoso, cruelmente una meta al comienzo está marcada, cuando al ángelus anuncie un triste ocaso. Trama de un amor, acariciadoramente prohibido, amor destellante que cubre su pecho en piel, quizás ilegal, por la frescura de su néctar adictivo, frescura que beberá con su labios, tan solo él. Doncellas de cuerpos desnudos, mujeres aladas, liberan sus cuerpos por un sueño de fantasía, marcadas como aquellas, por las desamoradas, cosechado fruto de ser, una valquiria encaramada. Derecho de autor: LEY 11.723 (235).- Propiedad intelectual Registro - Expediente nº 853873 – 06/2010 Dirección Nacional de Derecho de Autor, Republica Argentina Protegido por OMPI y el Tratado internacional de Suiza sobre derechos de autor. DEJA TU COMENTARIO
¿Quiénes son las musas en la mitología griega? Conozcamos a las nueve diosas responsables de las artes.
Quizá no te suene el nombre de Conrad Roset, nuestro artista del día, pero seguro que has visto algunos de sus trabajos. Este artista ha ilustrado para grandes marcas, como Zara, Victoria o Coca Cola. «Muses» es la obra más personal de Conrad Roset. En ella la figura femenina es la gran protagonista. Las musas de Conrad son mujeres sensuales, jóvenes delicadas, de aspecto frágil, que el autor nos presenta siempre desnudas o semidesnudas. Dibujos de líneas negras que perfilan el cuerpo de la mujer, manchado con salpicaduras de colores. Acuarelas, lápices y pasteles, dan color a esta erótica y a la vez dulce serie, que el artista dedica a sus musas.
Invocación a la Musa Musa, a ti te invoco, y pido que te acerques, para verter con ternura sobre los labios rojos el rocío de la palabra hermosa y sabia,... seguir leyendo.
El Neoclasicismo fue el estilo dominante en el arte occidental desde mediados del siglo XVIII hasta 1820. Desde entonces cedió ante el arrollador avance revolucionario del romanticismo, cálido y colorista, sensible y poético. Sin embargo, perduró, de alguna manera, a través de las enseñanzas académicas hasta comienzos del siglo XX. Neoclasicismo e Ilustración. El Neoclasicismo nació como reacción contra el hedonismo y la frivolidad del rococó. Su impulso inicial no vino de la mano de los artistas sino de los filósofos, los representantes de la Ilustración en Francia. Hombres como Diderot y Voltaire protestaron contra el relajamiento moral del estilo rococó y, por asociación, contra el régimen que lo había engendrado. Reclamaban un arte racional, moral y con principios. Pedían un arte dirigido por la razón y no por el sentimiento, en el que la perfección técnica dominara sobre la improvisación y la imaginación. David. La cólera de Aquiles, 1819. Kimbell Art museum. Texas. Neoclasicismo y Antigüedad clásica. Las normas que el artista ilustrado siguió las encontró en el espíritu de Grecia y de Roma. Los descubrimientos arqueológicos del siglo, como las redescubiertas Herculano (desde 1738), Pompeya (desde 1748) y Paestum, revelan una serie de obras que fueron aceptadas por las Academias como modelos y normas que toda creación artística debía de cumplir. Aún así, las pinturas tardaron en ser estudiadas y divulgadas. Sí que se poseían desde "siempre" las bellas esculturas, atesoradas por los coleccionistas y dibujadas por los pintores como ejercicio académico. Por esta razón, podemos decir sin ningún género de duda que éstas fueron más decisivas en la creación de la pintura neoclásica. También se sacralizó el Renacimiento, como otro periodo en el que había que ver la continuidad del arte supremo del clasicismo. Algunos pintores del Barroco no son desdeñados (Poussin,Lorena, Carracci...) porque supieron mantener las esencias clásicas en medio de la corriente imperante. Templo de Hera en Paestum, por Antonio Joli, un preneoclásico italiano. Wincklemann y Mengs, teóricos y precursores. La semilla de este resurgimiento se plantó en Roma. Johann Wincklemann (1717-1768), un erudito alemán que trabajaba para el cardenal Alessandro Albani, un acaudalado coleccionista de antigüedades, sentó las bases teóricas en sus libros. Sus escritos proclamaban la superioridad del arte griego e invitaba a los pintores a "mojar su pincel en el intelecto". Estas ideas fueron secundadas por Anton Mengs (1728-1779), también afincado en Roma. Mengs pintó un fresco sobre el tema de Apolo y las Musas en el Parnaso (1760-61) en la bóveda de una sala nueva de la residencia Albani. Aunque a ojos del observador moderno pueda parecer insípido, el fresco fue notablemente influyente a la hora de promover el neoclasicismo al encontrarse en uno de los salones más visitados por todos aquellos viajeros que emprendía el Gran Tour por Italia. A diferencia de lo que se venía haciendo en los últimos 150 años la imagen reflejaba una escena que aspiraba a la armonía y a la serenidad, alejada de perspectivas atrevidas, escorzos violentos o situaciones morbosas. Mengs, Anton Raphael. Apolo y las Musas en el monte Parnaso. Villa Albani, Roma, 1761. Características artísticas del neoclasicismo pictórico. Al año siguiente Mengs publica su libro Reflexiones sobre la belleza y el gusto en la pintura (1762), donde expresará las ideas esenciales que deben inspirar esta manifestación artística. Del mismo se pueden extraer las siguientes características que definen el neoclasicismo pictórico: La principal fuente de inspiración del artista debía ser la naturaleza, pero como esta es imperfecta se debía escogerse de ella lo mejor, sin dar cabida a la fealdad o a la imperfección. Las obras, pues, debían ser realistas, pero idealizadas. Los personajes debían desarrollar musculaturas perfectas y proporciones canónicas, semejantes a las de las esculturas clásicas griegas. Los escenarios arquitectónicos debían recrear el pasado clásico de forma veraz. Los paisajes naturales habían de ser bellos y tranquilos. Falta de expresividad. Los sentimientos no debían ser mostrados o si se mostraran debían ser contenidos y fríos. Cuando había que aportar pasión a la escena, algunos pintores utilizarán recursos teatrales, gesticulaciones grandilocuentes con los brazos, que todos entendían como parte del mensaje trascendente con el que se quería ennoblecer la escena. Pero, la mayor parte de las veces, los rostros adoptaban una actitud contenida e impasible, no importando cuán intenso fuese el sentimiento que podía dominar en el tema, puesto que así conservaban esa belleza ideal, sin que el dolor o la alegría deformara sus rasgos. Pelagio Palagi, Los desposorios de Amor y Psique, 1808. Las composiciones eran concebidas de forma geométrica, equilibrada y estática. Cuando en un grupo había que establecer una relación de movimiento, resultaba mesurado y con posturas muy estudiadas. No hay temas anecdóticos que distraigan del motivo principal. Todo acontece en primer plano trasmitiendo rápidamente y sin duda el mensaje. La luz era clara y fría, ya que si se adoptaran tonos dorados se introduciría en la obra una sensualidad que se rechazaba en la estética neoclásica. No se renuncia al claroscuro, que sigue utilizándose por algunos autores, porque la luz intensa dirigida permitía aclarar aún más la prioridad compositiva, dejando en penumbra lo más secundario. Técnicamente, la factura era impecable; es decir, la superficie del cuadro parecía esmaltada porque difícilmente se apreciaban las pinceladas. Predomina el dibujo, la forma, sobre el color. Los colores son pálidos, convencionales, y el dibujo es el objetivo prioritario del pintor. Contornos bien definidos, bellas líneas y cuidado del detalle... buscando una semejanza con la escultura. Todo ello daba como resultado una estética distante del espectador. Ribera. Juan Antonio. Cincinato abandona el arado para dictar leyes a Roma, 1806. Museo del Prado. Características temáticas. Las principales fuentes de inspiración para los artistas neoclásicos fueron: En primer lugar, la Antigüedad clásica, los temas de historia y de literatura- mitología. Una de las críticas más recurrentes de los filósofos ilustrados era que la visión que se tenía durante el Rococó del mundo clásico giraba en torno a fantasías eróticas y diosas desnudas. Ahora, sin renunciar al desnudo, se pondría en primer lugar la virtud, la moralidad o la heroicidad de la escena. Normalmente el tema escogido era una alegoría para tener en cuenta en el presente, por lo que a la función narrativa del hecho había que añadirle una intención moralizante. Regnault, Jean Baptiste. El genio de Francia entre la Libertad y la Muerte, 1795. Los dioses mitológicos ahora son virtuosos ahora son virtuosos y se alzan imponentes por encima de los mortales. Los héroes aparecen victoriosos en el momento más trascendente de su hazaña. Los personajes históricos son ecuánimes, pacientes, sobrios y abnegados. Son ejemplos morales de conducta a seguir como Sócrates, los Horacios o Cincinato. Son los "nuevos santos y mártires" que ofrecen patrones de vida morales alejados de la corrupción, el lujo, el egoísmo o la lujuria. Angelika Kauffmann. Cornelia, la madre de los Graco, presenta a sus hijos comos sus tesoros, 1785. Virginia Museum of Fine Arts, Richmond. Jacques-Louis David o Ingres hicieron coetáneo el carácter heroico del pasado de Roma con la Revolución francesa. Con Napoleón Bonaparte la pintura se convirtió en un arte al servicio de la propaganda del Imperio y del emperador. Ingres, Auguste-Dominique (1780-1867). Retrato de Napoleón en el trono imperial, 1806 (Musée de l'Armée, Paris). El segundo género en importancia que se practica es el del retrato. Se busca la captación sicológica del retratado, aunque mostrándole muy idealizado. Poses y escenarios muy estudiados que pretenden trasmitir elegancia y serenidad. Hay pintores especializados en esta temática que consiguen un gran éxito social como François Gerard en la Francia del primer tercio de siglo. Gérard. Retrato de madame Recamier, 1805. El paisaje. Es un género menor que se justifica de forma independiente si es para recrearse en una naturaleza ideal que sirva de fondo a una escena o a una narración. Se pone de moda el paisaje de parajes con restos arqueológico reales y fingidos que pretender recrear una idílica y melancólica campiña. Las vistas de ciudades con recreaciones costumbristas también son otro de los subgéneros con clientela en la que se especializan algunos pintores italianos y alemanes. Johannn Chrstian Reinhart. El descubrimiento del capitel corintio por Calimaco, 1844-46. Esquema de Autores. Os pongo en la pista de los principales pintores que trabajaron a lo largo de su carrera en el estilo neoclásico. Algunos los podéis ver en esta presentación, pero otros habrá que rebuscar algo más para encontrarlos. Pintura neoclásica. Francia y España. from Alfredo García FRANCIA Robert Hubert (1733-1808). El precursor Jacques-Louis David (1748-1825). Jean-Baptiste Regnault (1754-1829) Antoine-Jean Gros (1771-1835). François-Pascal Simon Gerard (1770-1837). Pierre-Paul Prud´hon (1758-1823) Anne-Loui Girodet-Trioson (1767-1824). Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-1867). ESPAÑA Anton Rafael Mengs (1728-1779). Trabajó en Alemania, Italia y España. Luis Meléndez (1716-1780). Juan Antonio Ribera (1779-1860). José Aparicio (1773-1838). Vicente López (1772-1850). José Madrazo (1781-1859). ITALIA Giuseppe Borsato (1771-1849). Robert Lefevre (1755-1830). Andrea Appiani (1754-1817). Pelagio Palagi (1775-1860). ALEMANIA Angelika Kauffman (1741-1807). Johann Christian Reinhart (1761-1847). Leo von Klenze (1784-1864). Von Klenze, Leo. Acropolis, 1846. Neue Pinakothek, Munich. PARA SABER MÁS DEL NEOCLASICISMO EN ESTE BLOG: ARQUITECTURA La arquitectura neoclásica.CONTEXTO. Características. Análisis de países y principales arquitectos y obras. ESCULTURA La escultura neoclásica. Características artísticas. La obra de Canova, Thordvalsen y los escultores neoclásicos españoles. PINTURA . Jacque-Louis David, El juramento de los Horacios. El manifiesto del neoclasicismo racionalista en la pintura. El retrato neoclásico. Francisco de Goya, del retrato de Floridablanca al retrato de la familia de Carlos IV. Carlos III. Entre Nápoles Y España. Entre el Barroco francés y el Neoclasicismo. La obra de Antonio Joli. Giambattista Piranesi. Sobre mundos imaginados. La invención del espacio arquitectónico.
Desde las melenas afros a los cabellos ligeramente ondulados, este 2024 el pelo rizado es el gran protagonista . Como lees, querida lectora, estas rebeldes e indomables cabelleras se convierten en las principales musas dentro y fuera de las pasarelas, llegando a ser el objeto central de cualquier investigación, análisis o tendencia capilar.
La actriz Julia de Nuñez se estrena con ‘Bardot’, la miniserie de SundanceTV que recorre los primeros años y éxitos de una de las grandes musas de ELLE.
Según la versión más aceptada, las Musas fueron las nueve hijas de Zeus y Mnemosine, la memoria. En los festines de los dioses las Musas cantaban, y Apolo les