Gilda Lousek poster print. Crafted from museum-quality, crease-resistant matte paper, this poster is built to last - just like the lasting impact Gilda Lousek had on history.It's more than just a decorative piece - it's a compliment magnet that starts conversations like wildfire! Bold and imposing, this print instantly transforms the look of a room. The satisfyingly sturdy paper is equally at home in or out of a frame, and you'll quickly get used to hearing 'where did you get that?'Whether it adorns a classroom wall, personal study, living room or office, it also packs some serious educational value. As a captivating reminder of the story that Gilda Lousek represents, it piques curiosity and inspires deeper learning.Like all our home decor, your print is carefully packaged to ensure it arrives in pristine condition, ready to captivate and inspire. And if you have any questions, comments or suggestions? We're a small friendly team, and we're just a message away!
A fines de septiembre de 1966 Canal 9 (Telenueva) cumplía su primer año de vida. Por aquellos tiempos casi toda la programación venía del Canal 13 de la Capital Federal perteneciente al cubano Goar Mestre. Y, como no podía ser de otra manera, el 13 envió una delegación de notables para celebrar aquella fecha. Entre otros arribaron Emilio Alfaro, Elsa Daniel, Gilda Lousek y Atilio Marinelli. Como redactor de la revista "Paralelo 38" (publicación semanal de "La Nueva Provincia") los entrevisté a todos. Claro que, con ELLA, sucedió algo... GILDA LOUSEK: ME MIRÓ... Y SENTÍ QUE ME DERRETÍA... La cita la habíamos pactado en el estar del Hotel Austral (de calle Colón) donde la estrella se hospedaba. Rubia, de hermosos ojos claros y una sugestiva belleza acentuada por sus rasgos eslavos, sin duda marcaba --por aquellos tiempos-- el tránsito hacia el nuevo tipo de "star" que caracterizaron los '60. Gilda había nacido en la Capital Federal el 9 de noviembre de 1937 y descollaba tanto en el cine, como en la radio, el teatro y la televisión. Una biografía no autorizada diría que, a mediados de la década del '50, ganó un concurso de belleza cuyo premio consistía en participar de una película. Así, en 1958, debutó en "Los tallos amargos" dirigida por Fernando Ayala. Claro que, "Una cita con la vida", la convertiría en una estrella del cine nacional. En esta película la dirigió Hugo del Carril con quien tendría una fugaz relación sentimental. En la tele apareció recién en 1961 integrando el staff de "Matrimonios y algo más" con Enzo Viena. Fue tal el éxito que, la tira, ganó el Martín Fierro de ese año. Ya por entonces era conocida como "el ángel rubio del cine argentino". Durante el rodaje de "Los inconstantes" conoció al cantante Fernando Soria con quien se casó. Pero duraron poco. A propósito: participó de más de 40 películas nacionales. Y entonces, en su vida, apareció el actor Ricardo Bauleo con quien se casó y tuvo dos hijas: Astrid e Ingrid. Gilda prendió un rubio... me convidó... y comenzó aquella entrevista para mí inolvidable... --Su carrera está llena de éxitos y reconocimientos... A esta altura, ¿qué le falta?... --Que el día que me retire... me recuerden... --Ha trabajado con enormes directores. ¿Qué aprendió de ellos? --A leer detenidamente el guión y a meterme dentro del personaje a interpretar... --A propósito, ¿qué director, a su juicio, ha sabido sacar lo mejor de usted? -- Sin duda Fernando Ayala... pero, también, Hugo del Carril... --Ud. ha trabajado con actores de la talla de Enzo Viena o Ricardo Bauleo por citar sólo algunos. ¿De cuál de ellos guarda el recuerdo más especial?... --De todos. Cada uno que pasa por nuestra vida... nos deja cosas... --De todas las películas que filmó... ¿cuál considera que fue su mejor actuación?... --La que voy a desarrollar en la próxima. Caso contrario sentiría que estoy estancada... --¿Y qué es lo que se siente cuando se enfrenta una cámara? --Como que se apaga el mundo y una ya no es quien era... si no que es otra persona. La del personaje a interpretar... --¿Y cómo logra, una actriz de su trayectoria, mantener el equilibrio entre su vida profesional y la vida privada?... --No creyéndosela... --Para terminar... me han contado que Ud. se levanta temprano, que cuida mucho su figura y que no se acuesta nunca tarde. ¿Es ése el secreto de su impactante belleza? --Antes que nada... gracias por el cumplido. Todo lo demás es verdad... Me hubiera quedado horas charlando con ella. Pero, un periodista, sabe cuándo una entrevista ha terminado. Y esa charla es una de las que recuerdo con enorme afecto. Años más tarde, el 29 de octubre de 1998, me enteré que había fallecido... y que, sus restos, habían sido sepultados en el panteón de la Asociación Argentina de Actores del Cementerio de la Chacarita. Sin duda una gran mujer... y una talentosa actriz que quedará en la historia...
Heinrich, Annemarie