Son las seis y media de la mañana y me iba acostar, pero me está entrando un apetito del copón. Apetito de comer I mean, que no hambre. Hambre es lo que tienen en Somalia. De paso aprovecho y subo una foto de un Ford Lincoln Continental Mark V de 1978, que es uno de los coches que me quitan el sentido de tanto que me gusta; 8 cilindros en V, 7.500 c.c., tapizado en piel, asiento delantero corrido, automático, tres toneladas... lo habitual en el país y la época. La foto no está trucada: sólo tiene dos puertas pero mide seis metros (un metro más que un Mercedes Serie S o un BMW Serie 7, que son los coches más largos que se suelen ver por las calles). Fidelia omnia mandata eius, confirmata in sæcula sæculi, facta in veritate et æquitate (del Salmo 110)