Cuando llega un niño a la familia, la vida cambia por completo. Mantener el orden, sociabilizar con los amigos e incluso ir de compras puede ser un verdadero reto con un pequeño. Pero desde el momento en que nace, los padres empiezan a desarrollar la paciencia, la autoironía y la capacidad de hacer la vista gorda ante muchos problemas cotidianos.