Es un secreto a voces: la historia del arte es mucho más sexy de lo que recuerdas. Antes de que existiera internet, artistas como Eduard Manet o Katusushika Hokusai ya pintaban obras provocadoras. Si te vienen a la memoria visiones de Venus y de pulpos sensuales, estás en lo cierto: las clases de historia del arte eran mucho más excitantes de lo que pensabas.