La estrategia del proyecto consiste en establecer un diálogo entre lo nuevo y lo existente situando la nueva construcción de tal manera que Joenniemi siguiera teniendo el protagonismo, y que al mismo tiempo el nuevo museo no perdiera la oportunidad de manifestar su carácter y presencia contemporánea. El proyecto se conceptualiza como un bosque abstracto y denso. Un bosque que se representa y se traduce en una serie de marcos paralelos de madera que definen la geometría y estructura del nuevo edificio.