Para atacar a su ex aliado Josif Stalin, el líder nazi había reunido el ejército más poderoso del siglo XX: 3 millones de soldados, 3.600 tanques, 600 vehículos motorizados 7.000 piezas de artillería y 2.500 aviones de combate. Pero se arrepentiría tardíamente de esta decisión. Los diálogos secretos con el mariscal Mannerheim: “No comprendimos hasta qué punto este Estado estaba armado”