Cuando alguien se mueve por una ciudad como Madrid, sus ojos están constantemente recibiendo impactos visuales: escaparates, luminosos, señales y, por supuesto, anuncios. Miles de anuncios insustanciales, que acuden asiduamente a la estridencia de logos, eslóganes y colores saturados. En definitiva, una oda al chillido óptico. Por suerte, existen excepciones y, tal vez se hayan ... Leer más