Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo te adoro, te alabo y te bendigo. Espíritu de caridad fuente inagotable de gozo y de ...
Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo te adoro, te alabo y te bendigo. Espíritu de caridad fuente inagotable de gozo y de ...
Afligida se vio la Virgen a los pies de la Cruz, afligida me veo, válgame Madre de Dios, confío en Dios con todas mis fuerzas, p...
Afligida se vio la Virgen a los pies de la Cruz, afligida me veo, válgame Madre de Dios, confío en Dios con todas mis fuerzas, p...
El Gran Poder de Jesucristo me valga, y sea quien alivie mis sufrimientos; oh Jesús dame la mano de tu gracia para que se aleje todo mal y miseria y para que a mí lleguen tus beneficios. Oh Jesús del Gran Poder, Jesús amado y adorado, brazo fuerte y protector mío, no me abandones en tan apurado trance, Padre mío, mi buen Jesús, protege a esta alma pobre y abandonada. No desoigas Jesús mío las súplicas de este corazón triste y afligido, lleno de amor por ti que eres mi Padre y protector, mis súplicas llenas de amor y confianza no pueden menos que llegar a Ti, que eres el brazo fuerte, poderoso y protector, que todo lo puedes y todo lo das. Jesús mío, Jesús de mi alma, Jesús nazareno, espejo de luz, fuente de vida, camino de amor, ven a mí con tu corona de espinas, con tu costado abierto, con tu soga en la garganta y la cintura. Jesús mío, mi muy amado Jesús, que tus ojos vean y tus oídos escuchen el favor tan especial que te pido en está oración: (pedir ahora lo que se desea conseguir) pues aunque a mi me parezca difícil yo se que Tú me lo puedes remediar, Jesús mío, te suplico, dame Tú, lo que a mi me resulta imposible lograr con mis débiles medios. Jesús del Gran Poder, mi Maestro brazo fuerte y protector mío, mira mis sufrimientos y apiádate de mi, mira mis angustias y dame tu consuelo, mira mi aflicción y concédeme solución, por tu Sangre Preciosa, por la Cruz que llevas en los hombros, Señor del Gran Poder en ti espero y confío, en Ti está la salud, la Vida, la Resurrección, en ti está la piedad y la misericordia, no tardes en venir con tu auxilio a mí, que Tu fortaleza me acompañe hoy y siempre y tu Gran Poder me asista en toda ocasión. Así sea. Así se haga. Así se cumpla. Que la bendición del Señor de Gran Poder esté con cada uno de nosotros. La paz de su semblante nos tranquilice. Los méritos de su Cruz nos fortalezcan y defiendan de cualquier mal, enemigo y adversidad y nos den la paz interior y exterior. El amor de su corazón nos inflame. Los sufrimientos de su Pasión nos consuelen. El resplandor de sus llagas, nos den luz, nos iluminen cada una de nuestras palabras, de nuestras obras y acciones. Que sus brazos amorosos nos acojan algún día en la gloria eterna del cielo. Que la bendición de Dios todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre cada uno de nosotros y permanezca para siempre. Amén. Reza nueve Padrenuestros y Gloria. Haz la oración y los rezos nueve días seguidos.
Oración al Espíritu Santo guíame con tu sabiduría dirige mis pasos. Espíritu Santo Bendito, Dios de infinita caridad, en este día quiero invitarte a habitar en mi vida, dame tu…
Oh san Chárbel, glorioso mártir de la vida monástica que te retiraste a una ermita para vivir en soledad y entregarte en cuerpo y alma a servir al Señor, tú que fuiste honrado con la gracia de hacer milagros y ayudarnos en los problemas mas difíciles: ven en mi auxilio y pide a Dios sea benigno conmigo y que no me abandone ahora que tanto le necesito. Oh querido padre san Chárbel, admirable monje venerado y aclamado por todos que, durante tu virtuosa y milagrosa estancia terrena, no dejaste de dar tu auxilio a los mas desamparados aliviando sus penas y necesidades del cuerpo y alma ahora que estás junto al Trono de Dios y desde allí por tus merecimientos gozas de luz propia préstame tu ayuda en mis padecimientos. A ti que eres prodigioso intercesor ante el Altísimo quiero pedirte con humildad le acerques mis suplicas y consigas lo ante posible me sea favorable, tú que fuiste elegido por Él para ser nuestro abogado y hacerle llegar nuestras necesidades y angustias ruégale que por su Poder Divino me conceda: (ahora se pide con gran fe lo que se desea conseguir). San Chárbel, santo amado, sé que cuento contigo, mi corazón está lleno de confianza en ti, por la fuerza de tu mediación y por tu generosidad, por tu amor a la Eucaristía y a la Virgen Santísima, por tu constancia en la oración, los ayunos y los sacrificios te pido no dejes nunca de abogar por mí, oh santo coronado de Gloria, aligera la carga que llevo sobre mis hombros, y haz que se acaben las dificultades por las que paso, allana mis caminos y dame valor y paciencia, enséñame a ser mejor persona, a no pecar y a no perder la esperanza en la bondad de Dios. Así sea. ORACIÓN A DIOS Padre Eterno, infinitamente bondadoso y glorificado por medio de tus santos, Dios de misericordia que inspiraste al santo monje y ermitaño Chárbel para que viviese y muriese en perfecta unión con Jesús Cristo. Tú que le diste la fuerza para renunciar al mundo y hacer triunfar desde su ermita, el heroísmo de sus virtudes monásticas pobreza, obediencia y santidad: te imploramos nos concedas la gracia de amarte y servirte siguiendo su ejemplo. Dios Todopoderoso, Padre de todo consuelo, Tú que has manifestado en numerosas ocasiones el poder de la intercesión de San Chárbel a través de sus innumerables milagros y favores, concédenos recibir en nuestras vidas el milagro que te imploramos por su intercesión: (repetir la petición). Confiando en tu Divina misericordia te pedimos sea escuchada nuestra fervorosa plegaria y por la muy eficaz mediación de san Chárbel nuestra demanda prontamente concedida. ¡Oh, Señor!, Dios nuestro, a ti sea la Gloria, ahora y por los siglos de los siglos. Amén. + Reza tres Padrenuestro, tres Avemarías y tres Glorias. Haz la oración y los rezos, con mucha devoción, durante tres días seguidos, o nueve, si la petición es muy difícil y urgente. San Chárbel es muy poderoso intercesor y obra milagros de continuo, otorga su ayuda en los problemas y atiende con celeridad nuestras suplicas, reza con fervor y verás que encuentras el apoyo que buscas en tus necesidades, sean del tipo que sean.
Modo de hacer la Novena cada día: primero se dicen las ORACIONES DE INICIO, después se lee y medita el DÍA CORRESPONDIENTE y por último se reza la ORACIÓN FINAL y se hace con mucha esperanza la petición. ORACIONES DE INICIO PARA HACER TODOS LOS DÍAS Oh Dios que quisiste glorificar el dulce Nombre de tu Hijo, prometiendo conceder cualquiera cosa que por Él se te pidiera, por favor acuérdate de tu promesa, ya que en ella tenemos puesta toda nuestra confianza, y concédenos los favores que con esperanza solicitamos. En nuestro interior ciertos estamos de alcanzarlo, porque creemos firmemente y sin dudarlo que antes pasarán los cielos y la tierra que deje de cumplirse la menor de tus palabras. Gracias sean dadas ya desde ahora a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo, porque nos han dado su amor y nos han socorrido. Amén. ACTO DE CONTRICIÓN Oh Jesús, mi Maestro, mi Señor y Redentor. yo me arrepiento de todos los pecados, de todas las faltas que he cometido hasta hoy, y sabes que me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno y generoso. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia, y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de conducir a la vida eterna. Así sea. Rezar un Padrenuestro. ¡Oh Divino Niño Jesús! confiando en tu infinita misericordia y bondad, confiando en el milagroso auxilio que nunca nos niegas, quiero hacer con devoción estos nueve días para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre nosotros los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sean estas mis oraciones que con afecto y humildad te hago llegar. Divino Niño Dios, Tú eres quien nos acerca al Padre; Tú pides por las dificultades y penas de los hombres, Tú eres nuestro poderoso mediador ante Él. Hoy te expongo mis propios problemas esperando los recibas en tu Sagrado Corazón y me concedas tu ayuda para poder solucionarlos. Me acojo también a la intercesión de María, adorada Madre tuya y también mi bendita madre amada, para que, como a Ella, me des fortaleza para aceptar y tesón para cumplir siempre tu voluntad. Así sea. Rezar un Padrenuestro. ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y a través suyo a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras y cargadas de aliento para nuestra pobre humanidad abatida y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Hoy con toda mi certidumbre y fe puesta en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad y nunca nos desamparas, vengo a suplicarte me escuches y atiendas. Por los méritos infinitos de tu Encarnación y de tu Infancia, te ruego hagas posible lo que para mi es imposible, concédeme la gracia que te estoy pidiendo y que como Tú sabes me es tan precisa para salir con bien de lo que aflige mi corazón y mi vida: (pedir ahora el favor que se desea alcanzar). Me entrego a Ti, oh Divino Niño Omnipotente, con la seguridad de que prestarás atención a mi súplica, me darás el alivio y la solución que busco y con tu infinito Amor me colmaras de bendiciones. Amén. Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria. DÍA PRIMERO EL AMOR DEL NIÑO JESÚS A SU PADRE CELESTIAL "...y se oyó del cielo esta voz: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo puestas todas mis delicias". (Lc. 3, 22) El amor con el cual el Niño Jesús ama a Dios su Padre, es el amor más ardiente, el más puro, el más perfecto; un amor superior a todo lo que podemos imaginar. ¡Oh Divino Niño Dios, dulcísimo Niño Jesús! sólo Tú amas al Padre Eterno con un amor infinito; pero con tu ayuda, quiero de aquí en adelante, amarlo con toda mi alma, con todas mis fuerzas con todo mi corazón y ser digno-a de su amor. Amén. Oh Divino Niño Jesús, caritativo dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA SEGUNDO INTERÉS Y AFÁN DEL NIÑO JESÚS POR PROCLAMAR LA GLORIA DE DIOS ...Y el Niño Jesús les dijo: ¿No sabían que yo debo emplearme en las cosas que miran al servicio de mi Padre? (Lc. 2, 49) Ninguna criatura ha deseado jamás y con más ardor alguna cosa, como deseó el Niño Jesús glorificar a su Padre Celestial. Jesús vivió y se esforzó desde su más tierna edad, en hacerlo conocer, adorar, servir y amar; esta gloria era el único objeto de sus anhelos. Por ello, a la edad de doce años, se quedó en el templo de Jerusalén, dialogando con los maestros de la Ley, sin que lo supieran sus padres. ¡Oh, mi querido Niño Jesús! Enciende en mi alma ese fuego divino; destierra de mi corazón el amor propio y todo lo que no sea Dios o que a Dios no se refiera, y que sólo tenga aprecio por lo que puede serle agradable y procurarle gloria y amor. Amén. Oh Divino Niño Jesús, caritativo dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA TERCERO EL INMENSO AMOR DEL NIÑO JESÚS A SU MADRE SANTÍSIMA "María conservaba todas estas cosas dentro de sí, meditándolas en su corazón". (Lc. 2, 19). Después del gran amor a su eterno Padre, es la Virgen María, su gloriosísima Madre, el más ardiente y tierno amor del Niño Jesús, el dulce objeto de sus eternas complacencias. Ella es la virginal doncella llena de gracia que desde siempre eligió para madre suya. Por tanto, si queremos agradar al Divino Niño Jesús, amemos y honremos a María. ¡Oh mi amado Jesús, Niño Divino! graba en mi alma el ejemplo de tu querida Madre, y concédeme la gracia de encomendarme siempre a Ella y de amarla con los mismos sentimientos que Tú tuviste hacia Ella en tu Divino corazón. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño y generoso dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA CUARTO AMOR DEL NIÑO JESÚS A SAN JOSÉ, SU PADRE ADOPTIVO "...Y vino a Nazaret: y les estaba sujeto". (Lc. 2, 51). Ciertamente que san José, el esposo de María, no era el padre natural de Jesús sino la sombra en la tierra de su Padre Celestial. Por ello, el Niño Jesús le profesó a José respeto, fidelidad, veneración y un filial amor. Amor que se manifestó especialmente en la obediencia. y fue sumiso a las enseñanzas y normas de su padre legal, a quien llamó con el dulce nombre de papá. ¡Oh mi adorable Niño Jesús! Regálame la gracia de amar intensamente a San José, el árbol que no dio fruto, pero sí la sombra que te cobijó en la tierra y ahora lo glorificas en el Cielo. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño y bondadoso dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA QUINTO AMOR DEL NIÑO JESÚS PARA CON LOS HOMBRES Dice Jesús: "Como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros". (Jn. 13, 34). Todas las acciones del bello Niño Jesús cuando vivía en Nazaret con la Virgen y san José, tuvieron por principio, después de la gloria de su Padre, el amor universal, el amor a los hombres. En efecto, este amor fue el que lo obligó a dejar su gloria para revestirse de nuestra pobre y mortal naturaleza, y llevar una vida sometida a extrema pobreza y a toda clase de privaciones, fatigas y persecuciones, hasta morir en una cruz, y todo lo aceptó y sufrió con gusto para salvarnos y hacernos eternamente felices. ¡Oh mi adorable Niño Jesús! perdona mis olvidos y los de quien no piensa en Ti. Tu corazón dulcísimo que tanto ha amado a los hombres, sólo ha recibido de ellos ofensas e ingratitudes. Por este corazón herido por nuestros pecados, haz que en adelante no tenga corazón sino para amarte a Ti que eres mi único y sumo Bien. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño y amable dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA SEXTO SUMISIÓN DEL NIÑO JESÚS A LA VOLUNTAD DEL PADRE CELESTIAL Dice Jesús: "Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre que me ha enviado hasta llevar a cabo su obra de salvación". (Jn. 4, 34). El Niño Jesús no tuvo jamás otro anhelo que el de cumplir la voluntad de Dios su Padre; a Él ofreció el sacrificio de su corazón, rendido en todo a sus órdenes, y el sacrificio fue cumplido perfectamente hasta exhalar, por obediencia, el último aliento sobre la cruz. ¡Oh bello y primoroso Divino Niño Jesús, que eres la santidad y la bondad misma! Te amo, te adoro y confío en tu misericordia, quiero constantemente estar unido-a a Ti. Deseo con todo mi corazón que tu santísima voluntad se cumpla en mí, en todos los instantes de mi vida. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño Señor y dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA SÉPTIMO EL AMOR DEL NIÑO JESÚS AL SUFRIMIENTO "...Un escriba se acerco al Maestro y le dijo: te seguiré adonde quieras que vayas, y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". (Mt. 8, 19-20). El Niño Jesús, a quien se debe todo honor y amor como el Unigénito del Padre que es, viniendo a la tierra pudo haber elegido una manera de vivir más feliz, más cómoda y grata, pero escogió para cuna un pesebre. Toda su vida fue cruz y martirio perpetuo hasta morir entre las humillaciones, las ofensas, las injurias y los más crueles tormentos. Pero, el pensar que con sus penas nos salvaría, le hizo no sólo soportable sino amable el padecer. ¡Oh amabilísimo Niño Jesús!, quiero por tu amor y por tus sufrimientos tener mi corazón dispuesto a hacer todos los sacrificios que exijas de mí, sabiendo que esos sacrificios me purificarán el corazón y me acercarán a Ti y a tu Verdad y generosidad. Jesús, mi dulce amor, hiere e inflama mi corazón para que siempre arda de amor por Ti. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA OCTAVO LA HUMILDAD DEL NIÑO JESÚS Entonces dijo Jesús: "...aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". (Mt. 11, 29). El Niño Jesús fue humilde de corazón. Humilde en su nacimiento, humilde en su infancia, humilde en sus actos, en sus Palabras y en toda su vida, no queriendo ser reconocido sino como el hijo de un sencillo carpintero. ¡Oh Santísimo Niño Jesús, mi único Modelo, manso y humilde de corazón! Dame la gracia para que, a ejemplo tuyo, sea también manso-a y humilde de corazón en todas las penas, enfermedades y contrariedades que en adelante se presenten en mi vida. Amén. Oh Divino Niño Jesús, pequeño dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. DÍA NOVENO BONDAD Y DULZURA DEL DIVINO NIÑO JESÚS "El Niño Jesús crecía y se fortalecía; estaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él". (Lc. 2, 40). "Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres". (Lc. 2, 52). La bondad, la entrega, el servicio, el amor y la dulzura fueron siempre las principales características del Niño Jesús, Maestro Divino de los hombres. Su hermoso rostro y divina mirada, cautivaba a cuantos le conocían, los cuales llenos de confianza y admiración se decían unos a otros: "Vayamos a ver al hijo de José y María". Adorable Niño Jesús, mi único tesoro, bendíceme y ruega por mí sin cesar, dígnate, dulce Bien mío, derramar sobre mi corazón, la dulzura y bondad de tus sentimientos divinos, y por los méritos infinitos de tu Santa Infancia, ten compasión y tiende tus manitas hacia mí guía mi vida y regálame la gracia de un día contemplar tu hermoso Rostro en el Cielo. Oh Divino Niño Jesús, pequeño dueño mío, Tú que todo lo puedes y todo lo das, ilumíname con tus Enseñanzas, concédeme la paz, y por el amor que me tienes quédate siempre a mi lado, dame fuerzas, consuélame, asísteme y bendíceme. Amén.+
Oh María, Madre de nuestro señor Jesucristo, a ti te entrego toda mi vida. Tú que estas llena de toda bondad y misericordia, en estos momentos de tribulación imploro tu ayuda, para que con tu divina gracia, me convierta en el defensor más dulce de […]
La mejor Oración muy milagrosa para pedir imposibles y otra para el Espíritu Santo oración muy milagrosa para peticiones difíciles imposibles.
“Todo lo que quieras pedir por imposible que te parezca, pídeselo a Santa Marta, que ella lo concede por difícil que sea”. NOVE...
⭐ La oración milagrosa al Espíritu Santo para pedir por un caso complicado y para nosotros imposibles, es una oración en petición al Espíritu Santo para que
Santísimo Sacramento del Altar oración para momentos de desaliento. Señor, Tú eres el verdadero pan bajado del Cielo. Te encuentras presente en el Santísimo
Esta es una oración de "limpieza", de purificación, o también llamada de "corte", pero, al mismo tiempo, una vez hecha los días que se indican, sirve de poderosa protección. Reza con detenimiento, con sinceridad de corazón y mucha confianza las oraciones y pide al Señor te llene con su Paz, te limpie y cubra con su Preciosa y purificadora Sangre, ruégale te fortalezca con su inmenso poder y te acompañe siempre con su grandioso e infinito Amor, para que vuelva la felicidad a ti, para que ninguna maldad te afecte ni perjudique. Solicítale que una vez más use su generosidad, que te bendiga con lo mejor y que se quede en tu corazón para siempre, pídele sea dueño y Señor de tus días y de tus noches para que nada malo te suceda y se solucione lo que te no te permite alcanzar tus metas y deseos. Tienes que hacer las oraciones con gran fervor y depositando tu esperanza en Jesucristo, hazlo con determinación, con seguridad en Él, reza para que desaparezca de tu vida todo lo que te daña y es motivo de preocupación para ti, para tu hogar y los tuyos. ORACIÓN DE PETICIÓN Oh Emperador de reyes, mi buen Jesús, el Mesías, Señor y Dios mío a quien todos los Santos aclaman, los Ángeles obedecen y los fieles invocamos con fe para que nos libres de todos los males que nos afectan. Yo....... te considero mi gran protector, mi refugio y amparo y te bendigo por todo lo bueno que me haces llegar cuando ves que me siento desamparado-a e indefenso-a frente al enemigo, las malas personas y los contrarios, yo ....... te expreso mi amor y solicito con humildad seas piadoso conmigo y me apartes de todo lo malo. Oh mi Señor y Redentor, mi amigo y hermano mayor, por tu virtud y por tus méritos, por tu sacrificio, por tu Pasión, te pido vengas a mí y me des tu auxilio una vez más, y por tu Preciosísima Sangre, derramada en la Santa Cruz para salvar a los hombres te ruego te dignes limpiar mi persona de todo mal, de toda magia, humillación, abuso, confusión, ya sea enviado o hecho por hombre o mujer, por enemigo visible o invisible, conocido o desconocido, te suplico quites de mi ser de cualquier obra de maldad. Que tu Sacratísimo Corazón me guarde en su interior, y tu inmenso poder rompa y purifique todo lo nocivo, toda vibración negativa que me cause problemas y miseria; que todo quede puro, sano y limpio y me llegue la Luz dando paso a la tranquilidad, la buena suerte, la salud, el amor, el trabajo, la armonía y la prosperidad. Mi Señor Jesucristo, dame victoria frente el mal, yo...... descanso en Ti y pongo en tus manos mi bienestar, te entrego mi voluntad y reitero mi compromiso ante Dios al cual adoro y amo y le pido use su misericordia y bondad para que sean perdonadas todas mis culpas, presentes y futuras, y las de las personas que me rodean y las de mis antepasados. Oh Jesús, te entrego todo lo que fui, todo lo que soy y me pongo suplicante a tus pies para que me limpies, te suplico retires de mí, de los míos y de mi hogar, toda magia que nos hayan enviado, o estén por enviar, te pido nos cubras con tu Preciosa Sangre y alejes todo lo que nos impide avanzar y progresar, haz que se cierren las puertas que estén abiertas a la maldad y destruye todo lo que quiere dañar y perjudicar nuestras vidas. Por las virtudes de la bienaventurada Virgen María, tu purísima Madre, te pido me laves de cualquier impureza, con la espada de san Miguel Arcángel, con el fuego del Espíritu Santo y con la Palabra de Dios quede roto, deshecho y anulado cualquier magia negra, maleficio, conjuro, amarre, hechizo, maldición o brujería que hayan querido o quieran hacerme mis enemigos. Por Jesucristo hijo de Dios y de la Inmaculada Virgen María, de acuerdo a su divina voluntad, bajo su gracia, por la misericordia con que asiste a sus hijos, los hombres, en armonía universal y de manera perfecta, te reconozco como mi protector pues sé que me escuchas, que vas a atender mis ruegos y me darás lo que pido. Yo......., postrándome a los pies de tu Santa Cruz te doy las gracias con todo mi ser, Señor mío Jesucristo, pues sé que desde este momento ya me has limpiado y liberado de toda malicia, magia, enemigo, mal espíritu y enemigo. Reza tres Padrenuestros a la Santísima Trinidad y un Padrenuestro al Eterno Padre para siga tus pasos y no deje de darte su amparo. ACTO DE CONFIANZA EN CRISTO Señor Jesús yo creo firmemente que tú eres el Hijo de Dios, de quien procede toda bendición en el Cielo y en la tierra. Tú eres el Cristo, el Mesías prometido por los Profetas, Tú eres el Salvador que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad, de malicia, de pecado y confusión por el poder de tus santas Llagas y de la Cruz. Diste tu vida en la Cruz por mis pecados y resucitaste gloriosamente de entre los muertos. Por todo ello, te suplico seas benévolo conmigo (tu nombre) lávame, limpia mi conciencia con tu Sangre. Creo que tu Sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado, error y falta cometida. Saca, destruye, arranca de mí el mal causado por terceros, corta todo lo que impida que Tú controles mi vida. Quiero ser gobernado, guiado, dominado por Ti Señor, deseo que mi vida transcurra con normalidad, libre de malicias, de impedimentos y obstáculos para seguir adelante sin trabas que me detengan y poder alcanzar la felicidad y prosperidad que anhelo. Gracias Señor por estar pendiente de nosotros. ¡Tu Sangre tiene Fuerza! ¡Tu Sangre nos da alivio! Tu Preciosa Sangre tiene todo el Poder para limpiarnos. Así sea, así se cumpla lo que pido en esta oración. Reza ahora un Padrenuestro y un Gloria. Para obtener los mejores resultados quema incienso en grano o un sahumerio de limpieza y pasa el humo que desprende sobre ti, sobre otra persona o por el lugar que quieras limpiar. Una vez hecho di con fervor y en voz alta la siguiente plegaria: “Señor, aquí estoy ante Ti y con humildad te invoco para que me purifiques, me libres de todo mal enviado, magia y maldad, para que me rodees con tu Brazo Poderoso, me ampares y protejas. Con el humo que he pasado por mí te pido quedar limpio-a de cualquier conjuro, hechicería o magia que me hayan lanzado, así como de cualquier maldad que me hayan deseado: quítame toda clase de trabajo tapado y destapado, congelado, enterrado, tanto si ha cruzado el mar, o ha venido por tierra o ha llegado por el aire; quítame cualquier trabajo de magia que yo no pueda o no sepa ver, pero Tú sí veas. Sabes lo que quiero y necesito, sabes lo que me está perjudicando o me puede dañar y no me permite salir del mal momento en que me encuentro. Sabes para que he llegado ante Ti con total confianza en tu poder de sanación para que limpies y cures lo que me crea confusión y no me deja vivir en paz ni prosperar. Que tu justicia me envuelva y auxilie. Haz que este humo purificador me limpie y me quite todo lo que me oprime, haz que todo mal se desintegre y no vuelva nunca más, por favor, haz Señor que se cumpla todo lo que te he pedido para mi paz mi bienestar, y el de los míos. Siempre te estaré agradecido-a. Así sea. Así será. Así vea cumplido lo que con esperanza pido. Reza con fervor 5 Padrenuestros y 5 Glorias. Repite las oraciones y los rezos que se indican durante tres días consecutivos.
Glorioso Patriarca San José, hijo predilecto del Padre esposo y guardián de la Santísima Virgen y santo padre adoptivo de Cristo Jesús...
¡Oh glorioso San Cono!, santo bendito, dirige benignamente sobre nosotros tu mirada llena de amor y misericordiosa. Nosotros, desde este momento, te elegimos como nuestro patrón y ponemos bajo tu amparo particular, nuestras almas y nuestros cuerpos, lo que somos y lo que tenemos, las alegrías y las tristezas, porque con gran esperanza en ti esperamos, y con todo nuestro ser hoy nos confiamos a ti. Acógenos bajo tu singular custodia y sé nuestro particular sustento y alegría, defiéndenos de todos los males y los peligros, líbranos de las trampas y los engaños de nuestros enemigos, visibles e invisibles. San Cono, santo de alma pura y caritativa, ayúdanos siempre y en todas partes, danos tu auxilio en nuestras muchas necesidades, danos alivio en nuestros agobios y dificultades, aleja de nosotros la mala suerte y llénanos de fortuna, haz que podamos conseguir dinero extra para salir cuanto antes de ruinas y carencias. Danos tu mano generosa y milagroso socorro en estas graves dificultades económicas por las que en este momento pasamos y que hoy tanto nos desesperan y afligen: (pide ahora el favor que deseas conseguir por la intercesión de este bienaventurado santo). San Cono, criatura angelical, desde las Alturas donde gozas de Dios, atiende prontamente nuestra solicitud para que nos veamos libres de agobios y privaciones, para que la buena suerte nos acompañe y podamos conseguir un dinero extra para hacer frente a las muchas carencias que tenemos, y poder gozar de una economía estable y saneada, sin estrecheces ni ruinas, sin agobios ni apuros, consuélanos en las amarguras de la vida, y danos tu auxilio en la última agonía. San Cono, bendito santo benefactor, intercede por nosotros ante Jesús y María, hazles llegar nuestras sinceras y humildes súplicas y consigue que nos otorguen lo que pedimos, también ruégales que nos ayuden a ser más caritativos, a tener un corazón abierto al prójimo, a no deja de confiar en la Providencia Divina y a amar cada día más a Dios, a Jesús y a María, y obtennos de ellos todas las gracias necesarias para ser mejores y vivir santamente. Haznos dignos de disfrutar un día, junto a ti, los ángeles y los santos, de la visión beatífica de Dios, Amén. Ruega por nosotros, oh glorioso San Cono, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Padre Misericordioso, que inspiraste al bendito San Cono para negarse a sí mismo y seguir a Cristo, perseverando hasta la muerte por su amor en la escuela del servicio divino, perfecciona nuestra conversión al Evangelio y llénanos con la indescriptible dulzura de tu Amor. Por Cristo nuestro Señor. Así sea. + Reza con fervor tres Padrenuestros y tres Glorias. Tienes que hacer la oración y los rezos durante tres días consecutivos, pidiendo al milagroso san Cono su muy poderosa ayuda e intercesión.
San Cayetano nació en Vicenza, cerca de Venecia, Italia, en el año 1480. Desde joven, mostró una profunda devoción y una fuerte inclinación hacia la caridad y la ayuda a los pobres. A lo largo de su vida, se destacó por su humildad, su compasión y su deseo de servir a Dios y a la comunidad. El Mensajero de la Providencia San Cayetano es conocido como el santo de la Providencia. Su vida estuvo marcada por la confianza en la divina providencia y la creencia de que Dios proveería para aquellos que confiaban en Él. A menudo se le representa con una espiga de trigo, símbolo de la provisión material y espiritual. ORACION A SAN CAYETANO PARA DIFICULTADES ECONOMICAS Y DE TRABAJO Y PARA SALUD Oh bendito san Cayetano, padre de la providencia, santo de inmensa caridad, lleno amor a los pobres y totalmente entregado a los que sufren por falta de dinero. Por tu devoción a la Virgen, por tu amor al Divino Niño, trae a mi vida descanso, llévate la intranquilidad, haz que pueda superar estos malos momentos que hace que en mi hogar no haya paz ni felicidad. Glorioso san Cayetano ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento. Concédenos la salud, líbranos de enfermedad. Llévanos por buen camino, endereza nuestros pasos que sea siempre la virtud la que guíe nuestro destino. Oh bendito san Cayetano, a ti llego con mis pesares, después de Dios, Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, eres mi buen compañero, y yo, con todo mi ser, en Ti creo, en Ti confío, en ti deposito mis más profundos deseos, pues sé que tu bondad es mucha y tu corazón grande y no me vas a dejar sin socorro ante tanto sufrir. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último aliento. Necesito un buen trabajo, estable, digno y bien pagado, necesito salir de los problemas económicos y gozar de fortaleza y buena salud, por ello, santo amable, te pido intercedas y me consigas del Divino Niño Jesús este favor: (hacer las peticiones con inmensa fe y devoción). Ya ves que te necesito, que yo solo-a no puedo, pide al Niño Dios extienda su manita generosa y me envíe lo antes posible su Santo Auxilio. Pide a la Virgen María, Madre de Dios y Madre mía, me mire con sus bellos ojos y me cubra con su manto que sea quien me proteja y aleje de todo mal, de todo daño, carencia, peligro y enemigo, ruega a Dios Padre que, en su infinita bondad, purifique mi corazón, me perdone las faltas cometidas, que sane mis enfermedades de alma y cuerpo llene mi vida económica de bendiciones y permita que se acabe tanta angustia y necesidad. Gracias mi buen san Cayetano, porque sé que tengo ya la petición que te he hecho, gracias san Cayetano pues tu eres ayuda y alivio cuando las necesidades nos llenan de angustia, gracias por pedir por nosotros al Niño Dios y conseguir que seamos escuchados. Así sea. + Reza con fervor tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias. Tienes que hacer la oración y los rezos al menos 3 días seguidos. Si tus peticiones son desesperadas y urgentes, hazlo por la mañana y por la noche durante siete días consecutivos. San Cayetano de Thiene (Italia 1480-1547). Llamado “Padre de la Providencia”, fue sacerdote y confesor. Fundó en Venecia un hospital para enfermos incurables, la organización de beneficencia del monte de piedad, la orden teatina o Clérigos Regulares y la Orden de los Padres Somacos. Patrón de los enfermos graves o incurables, de los desempleados, de las personas que buscan trabajo, de las familias que tienen necesidades económicas, de las personas que tienen problemas y carencias económicas y de los gestores sociales. Se le invoca para peticiones de sanación ante la enfermedad, para salir de la pobreza, necesidades de los hijos, hogares sin ingresos, personas desfavorecidas y para solucionar graves problemas económicos y de trabajo o negocio. Los Milagros de San Cayetano La historia de San Cayetano está llena de milagros y eventos sobrenaturales: La Cura de Enfermos: Uno de los primeros milagros atribuidos a San Cayetano ocurrió en Venecia. Visitando un hospital, llegó a la cama de una joven a la que estaban por amputarle una pierna debido a la gangrena. San Cayetano le sacó la venda, le besó la pierna y le hizo la señal de la cruz. Al día siguiente, los médicos notaron que la muchacha estaba completamente curada. La Multiplicación del Pan: En épocas de sequía, un campesino le pidió a San Cayetano que intercediera por la falta de agua. Como agradecimiento, dejó una espiga de trigo a los pies de la imagen del santo. Tres días después, llovió tanto que la ciudad se inundó. La Crisis Económica de 1930: Durante la Gran Depresión, un sacerdote aconsejó a los fieles que rezaran a San Cayetano. Muchos mejoraron su situación económica, y la devoción al santo creció. San Cayetano es un modelo de caridad, confianza en la providencia divina y humildad. Su vida y sus milagros siguen inspirando a aquellos que buscan ayuda y esperanza en tiempos difíciles
Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo te adoro, te alabo y te bendigo. Espíritu de caridad fuente inagotable de gozo y de ...
9 DÍAS A LA SANGRE DE CRISTO ORACIÓN INICIAL (Se dice cada día de la novena) Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente: "... Porque tu fuiste inmolado, y con tu Sangre has redimido para Dios a gente de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra..." (Apocalipsis 5:9). Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra, y venerando esa Sangre Preciosísima y Divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos. (Col. 1: 13 y 20). Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu Sangre, ¡te alabamos!, ¡te bendecimos!, ¡te adoramos!, ¡te damos gracias rendidas!, y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado y purificado en tu Sangre Sagrada. Amén. DÍA PRIMERO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: "¡Dichosos los que lavan sus vestiduras en la Sangre del Cordero!" (Apocalipsis 22:14). Confío plenamente en la Sangre de Cristo, que me ha limpiado de toda mancha. Señor Jesús, ¡gracias por tu bondad! No quiero pecar más en adelante, ni olvidarme de Ti, lo que quiero es amarte cada vez más y serte fiel con todo mi corazón, mi alma arrepentida, no desea más que recibir tu perdón. Dulce Jesús, Salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella el difícil favor que con inmensa fe y esperanza estoy pidiendo a través de esta novena: (decir lo que se desea conseguir). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, alivia el dolor de mi corazón, da sosiego a mi vida y dame, te ruego, una respuesta favorable. Así sea. Oh Padre que nos pides el amor de nuestro corazón, concédenos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su Sangre nuestra salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA SEGUNDO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice. "Tenemos, hermanos, una confianza jubilosa de entrar en el santuario del Cielo por virtud de la Sangre de Jesús" (Hebreos, 10:19). Cielo azul, cielo estrellado, Cristo tus puertas abrió. ¡A ti voy, por ti suspiro, Patria de mi corazón! Jesús, Gloriosísimo Salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena. (pedir con gran fe y esperanza lo que se desea obtener). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, alivia el dolor de mi corazón y dame cuanto antes una respuesta favorable. Así sea. Oh Dios, Padre Infinito y Eterno que nos has redimido con la Sangre preciosa de tu Hijo, conserva en nosotros la acción de tu misericordia para que podamos conseguir sus frutos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA TERCERO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: "Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por él" (Apocalipsis 12: 9-1 l). Sangre purificadora que das fortaleza, te adoro y creo en tu poder, entra en mi alma y limpiala, yo te venero en tu Eucarística presencia en el Altar. Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena: (decir el favor que se quiere conseguir). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me abandones, ven a mí y alivia el dolor de mi corazón, te suplico me des una respuesta favorable. Así sea. Oh Dios, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y generosamente en la Cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA CUARTO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: El Espíritu Santo os ha constituido vigilantes, para que apacientes la Iglesia de Dios, que Él se adquirió con su propia Sangre" (Hechos 20:28). ¡Oh Jesús de mi alma, todo mi amor para ti! Tú sabes que sólo anhelo en tu regazo sobrevivir, llena mi vida con tu amabilidad y consuelo. Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con toda confianza solicito alcanzar por ella lo que con humildad en esta novena imploro para que se remedien mis muy difíciles mis problemas: (hacer la petición con mucha esperanza). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, alivia el dolor de mi corazón y haz que reciba del Padre lo que a través tuyo pido. Así sea. Señor Jesucristo, en la Sagrada Eucaristía me das tu Sangre Sagrada para que me llene de tu gozo Celestial, hazme vivir en armonía con los demás, que tu Sangre derramada por mí me haga más fuerte, paciente y servicial. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA QUINTO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios dice: ¡Bebed, pues ésta es mi Sangre!" (Mateo 26: 27-28). Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación! Te agradezco Señor tu Sangre y tu vida. Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena: (presentar ahora con fe la petición). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, haz que mi vida sea mejor y tenga tranquilidad, por favor consígueme una respuesta favorable. Así sea. Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA SEXTO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: Os habéis acercado a Jesús, que nos ha rociado con una sangre que habla más elocuentemente que la de Abel" (Hebreos 12: 23-24). Sangre de Jesús fuente de todas las gracias, sé tú mi refugio y fortaleza, mi paz y camino, libérame de todo mal, protégeme, presérvame del poder del maligno. Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena: (presenta ahora con fe las peticiones). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, disipa mis preocupaciones y dame una respuesta favorable. Así sea. Señor Jesucristo, que nos mandas a perdonar generosamente hasta el peor de nuestros enemigos. Infúndeme tú mismo amor a fin de que, amando sin distinción a todos, merezca tú perdón y tú gracia. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA SÉPTIMO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: “Vi el cielo abierto. Y el que se llama desde siempre El Verbo de Dios, estaba cubierto con un manto lleno de sangre" (Apocalipsis 19: 12-13). Por tú Espíritu, Señor, danos valor en la lucha, danos la victoria que anhelamos; victoria sobre la muerte, danos la Gloria futura. Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella el favor que estoy pidiendo a través de esta novena y que es tan necesario para mi vida y el bienestar la de los que me rodean: (haz ahora con fe las peticiones). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, no me dejes ante tanta adversidad y haz que sea escuchado-a en las Alturas. Así sea. Señor Jesucristo que nos dijiste: el Reino de los Cielos lo consiguen únicamente los valientes. Dame el esfuerzo que necesito para ir contigo hasta el Calvario a fin de subir desde él al Cielo. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA OCTAVO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: "Estos son los que han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero. Por eso están ante el Trono de Dios" (Apocalipsis 7:14). ¡Qué divino tesoro, Jesús, me has dado en tu Sangre! ¡Límpiame de toda mancha, para ser como te agrada! Jesús, salvador nuestro, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena: (pedir lo que se desea alcanzar). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares, que en Ti encuentre respuesta favorable y por Ti pueda conseguir todo lo que necesito. Así sea. Señor Jesucristo, amigo y hermano, amador de los pecadores, que somos todos, derrama sobre mí la abundancia de los méritos de tú Preciosísima Sangre, para que, con limpieza de corazón, vea siempre a Dios en todas las cosas. Amén. Rezar tres Padrenuestros. DÍA NOVENO Decir la ORACIÓN INICIAL. La Palabra de Dios nos dice: Tenemos un Pontífice excelso, Jesús, que ha penetrado los cielos con su propia Sangre y está siempre vivo para interceder por los que por él se llegan a Dios" (Hebreos 4:14, 19:12, 7:25). Jesús, Salvador nuestro, Redentor mío, presenta al Padre esa Sangre tuya que, en virtud del Espíritu Santo, derramaste por nuestro amor. Purifícanos de nuestros pecados en el baño de esta Sangre Sagrada, y con esperanza pido alcanzar por ella la gracia que estoy pidiendo a través de esta novena: (presenta ahora con fe la petición). Confío en Ti, sé que me escuchas Jesús mío, ten en cuenta mis angustias, no me desampares. A Ti te entrego mis mayores y mas urgentes necesidades, en tus manos dejo mis difíciles problemas, ¡lléname de tu Presencia! cubre mis peticiones con tu Preciosísima Sangre, alivia el dolor de mi corazón, soluciona mis penas, y, por favor, dame una respuesta favorable. Así sea. Señor Jesucristo, autor, guía y consumador de la fe, que vas al frente de los que caminan hacia la Patria. Hazme seguir fielmente tus pisadas para conseguir ese Cielo que me tienes prometido y preparado. Amén. "En su gran amor Dios me ha liberado por la Sangre que su Hijo derramó, y ha perdonado mis pecados". (efesios 1:7) Oh divino antídoto, libérame del veneno del pecado amén, aleluya, amén. Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡OH buen Jesús, óyeme! Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén, Aleluya, Amén. +