Si por casualidad no te hubiera conocido.... De nuevo, de la misma manera, pero sin saber nada, seguiría viviendo, deambulando por la vida sin rumbo... Me enseñaste que hay otra vida en el mundo, y también, el echo de que tengo alma ••• Caminaba distraída por el gran salón, huyendo de mi madre y su obsesión por casarme con cualquier joven con una buena posición. Aliviada de librarme de ella cojo una vaso de ponche, siempre he preferido el agua pero nunca hay es estas odiosas fiestas de la corte. Disgustada por el sabor de mi bebida y la insistencia de mi madre, me dispuse a volver a la esquina de donde me alejaba de todos, pero en ese instante alguien chocó conmigo, el chaleco negro con el hilo plateado cayó ante mis ojos y miré al dueño de tan bello chaleco y quien también, había sido tan torpe -Discúlpeme dama... -La próxima vez mire por donde va...-lo esquivo para continuar mi camino y dejarlo atrás - -Lo mismo podría decir de usted-me contesta irritado y lo miro de nuevo- Me hace una reverencia con la cabeza con la sonrisa chulesca y se aleja de mi Así conocí a Ezra Chester, el Duque de Wembley