Tal vez soñaba, o imaginaba, o sufría, o estaba en paz, o nerviosa por la espera, tal vez deseaba, o digería un feliz encuentro, tal vez miraba o planeaba. A resguardo del sol se entretenía viendo pasar a la gente y como cambiaba de color la plaza a medida que las sombras se extendían por su superficie hasta finalmente ocuparla, recreándose en una arquitectura millones de veces fotografiada, pero la tuve envidia antes que nada.