Desde que empecé a hacer bollería, en mi casa no entra ninguna magdalena que no haga yo, el secreto para que suban y queden jugosas principalmente son dos, por un lado batir bien los huevos y el azúcar y una vez hecha la masa, dejarla enfriar en la nevera para que el contraste del frio-calor, haga que crezca hacia arriba. INGREDIENTES · 240 g. Harina · 200 g. Azúcar · 200 ml. Aceite de oliva · 4 Huevos · 1 Sobre de levadura · Ralladura y zumo de una naranja · 1 Pizca de sal ELABORACION Batimos con unas varillas eléctricas durante varios minutos los huevos con el azúcar y el zumo de naranja hasta que esta mezcla blanquee y doble su volumen, hacemos esto para introducir aire y que las magdalenas salgan jugosas y tiernas. Seguidamente añadimos el aceite de oliva y mezclamos durante unos segundos. Agregamos entonces la harina tamizada con un colador junto con la levadura y la sal, removiendo lo justo con la varillas para que se integre bien y añadimos por último la ralladura de naranja.Vertemos la masa en las capsulas elegidas y llenamos hasta un dedo del borde, metemos éstas en un molde rígido para que las magdalenas suban y las colocamos durante un rato en la nevera para que reposen. Mientras calentamos el horno a 220º, sacamos las magdalenas, echamos azúcar por encima y metemos en el horno, pasados cinco minutos bajamos la temperatura a 200º y horneamos hasta que veamos que están doradas, en mi caso alrededor de 12 minutos, pero eso va a depender del horno.