El edificio Córdoba-Reurbano, realizado por Cadaval & Solà Morales en la Colonia Roma de ciudad de México, presenta una apuesta alta: construir un edificio en una vivienda catalogada de valor histórico, sin garaje –en una ciudad donde el rey es el automóvil—, y con comercio en planta baja, condición asociada comúnmente en México a una forzada combinación para las clases bajas y no como un elemento indispensable para construir calidad urbana.