Aleluya es una interjección y se emplea para manifestar felicidad o expresar algo positivo. Esta interjección se emplea con mayor frecuencia de uso litúrgico en el judaísmo y en el cristianismo para expresar alegría por la alabanza a Dios. La Real Academia Española (RAE), en su diccionario, enumera otras acepciones de aleluya: a. De una planta perenne que puede ingerirse como alimento. b. De un individuo muy flaco. c. De un tipo de pintura d. De estampas antiguas que componen una serie de literatura y prensa infantil que datan de los siglos XVIII y XIX dirigida a los niños. Aleluya del concepto hebreo de hallĕlū yăh procede del latín tardío halleluia, que posteriormente derivó en el castellano como aleluya. Ejemplos: ¡Aleluya!, ¡Aleluya! hermanos: el Señor ha resucitado. ¡Aleluya! por fin salimos del confinamiento, podremos caminar libremente por la calle. Hoy aprendimos a cantar el aleluya. ¡Aleluya! el equipo ha clasificado. Por fin has aprobado el examen ¡Aleluya! Estoy feliz por ti. Joaquín llevaba aún el arco en la mano y un aleluya en los labios. Fuentes RAE