Los aromas son guardianes de los recuerdos, se tatúan como pequeñas notas de sabores entre sonrisas, miradas y cariños. Permanecen acunados en sitios que van quedando cubiertos bajo el tiempo que recorre calles, pensamientos que se diluyen bajo nuevos horizontes, dejando a buen resguardo, lo mejor de la vida que va pasando. Hasta que esos aromas, se alebrestan y en un instante despiertan todas las sensaciones dormidas y explotan en antojos de complicidad y buenos momentos, que corren a nuestro lado, como el viento que nos despeina y refresca, dando la bienvenida a nuevos instantes, nuevos caminos, pero con aromas y sabores que siguen haciendo vibrar nuestra memoria. Sonando bajito..."Te abrace en la noche". Ingredientes: 300 gramos de tortillas de maíz del día anterior (o más, en casa las tortillas que van quedando, las cortamos en triángulos/totopos y las dejamos en un colador cubiertas con tela de gasa, hasta que se van haciendo duras, esto ayuda a que absorban menos grasa y que sean más crujientes). 300 gramos de tomatitos pera (cereza , verde o guaje). 3 chiles de árbol (pueden omitirlo o cambiarlo por el chile de su preferencia: guajillo, ancho, serrano, jalapeño y si son muy valientes, habanero o manzano). 1 diente de ajo pequeño. 1/4 de una cebolla pequeña. Sal al gusto. Aceite vegetal, el necesario. **Acompañamientos: Crema/Crème fraîche/Crema fresca. Queso cotija/Queso fresco/Parmesano les viene genial también. Cecina/Pollo/Huevos y/o frijoles. Preparación: Totopos. Calentar aceite en una cacerola no muy profunda a fuego medio. Cortar las tortillas en triángulos(forma típica de los totopos, aunque si llevan prisa, no se preocupen, basta con trozarlas con las manos). Freír los triángulos de tortilla, hasta que estén bien dorados y crujientes. Dejar escurrir el exceso de grasa sobre toallas de papel. Reservamos. **Si quieren ahorrar calorías, pueden tostar las tortillas en el horno a temperatura media alta. Salsa. En un comal o cacerola de hierro, asar los tomatitos pera, junto el ajo, la cebolla y los chiles. Cuando estén listos, en un molcajete o mortero, colocamos sal al gusto, el ajo y la cebolla, machacamos/trituramos hasta tener una pasta suave. Incorporamos los chiles y los trituramos hasta que estén bien incorporados a la mezcla anterior. Por último vamos agregando los tomatitos, de a poco, hasta tener una salsa. Pueden si quieren, retirar la piel de los tomatitos, en lo personal no me disgustan. En una sartén amplia, colocamos un poco de la salsa al fondo, agregamos los totopos que reservamos, cubrimos con el resto de la salsa y mezclamos un par de minutos. Servimos acompañados de queso, cebolla, crema y cecina. **El punto ideal de los chilaquiles, es que queden crujientes, pero suaves al mismo tiempo, por lo cual, es importante saltearlos solo unos minutos y servir enseguida. Pero es cuestión de gustos, algunos los prefieren muy blanditos. Los chilaquiles eran el desayuno favorito de alguien muy especial, su memoria permanece a pesar del tiempo en una parte escondida que a veces, se despierta y revolotea en antojos de sonrisas y abrazos. Entonces entrar a la cocina y preparar este plato tan mexicano y sencillo, con un toquecito picante y ligeramente dulce que aporta el tomatito pera, junto al chile de árbol, salvaje y picante, rebozado y cobijado por una capa de crema sedosa y queso de la tierra de mis abuelos, hacen que disfrutarlos, se vuelve un ritual en casa. Este podría ser considerado un antojo mexicano, aunque no entre precisamente en esa categoría, si es uno de los platos favoritos para un buen desayuno mexicano. Es una receta totalmente mestiza, que combina la tortilla hecha totopo, con salsas picantes de tomate rojo o verde, incluso los he visto hechos con mole, se pueden acompañar de lo que quiera, frijos, huevos, carne, la imaginación es el tope. Espero que estén disfrutando mucho en mi ausencia, y como sé que me iba a entrar nostalgia, deje listos estos chilaquiles en mi mesa, para compartirlos con ustedes dónde quiera que estén. ¡¡¡Que tengan una semana llena de mucha buena vibra!!!