Esta metrópoli cosmopolita ha borrado cualquier atisbo de languidez y vuelve a vivir una deslumbrante edad de oro. Aún se muestra orgullosa su pasado: palacios, mezquitas e iglesias; pero también ofrece un plan B basado en sus excitantes noches, sus vanguardistas galerías de arte, sus fantásticos conciertos, sus librerías especializadas y sus sorprendentes mercadillos. Un cóctel cuya guinda llegará en 2010, cuando sea la Capital Europea de la Cultura y sus calles se transformen en el escenario de un original programa de actos.