¡Hola a todos! Esta semana quiero compartir con vosotros la entrevista que hace poco realicé al gran Alexis Ravelo. Un genial escritor canario, que si aún no conocéis os animo que lo hagáis. Por el momento, podéis hacerlo a través de la siguiente entrevista, os dejo con ella: Hola Alexis, antes de comenzar con la entrevista, además de agradecerte tu amabilidad por colaborar con mi blog, me gustaría que nos hablaras un poco sobre ti, por si alguien aún no te conoce. ¿Quién es Alexis Ravelo? Un tío calvo del barrio de Escaleritas en Las Palmas de Gran Canaria que un día descubrió que los libros le permitían extrañarse ante la realidad, para poder comprenderla un poco mejor. ¿Cuándo supiste que querías ser escritor? En realidad, aún no sé si “quería” ser escritor. Descubrí que me resultaba inevitable escribir entre los dieciocho y los diecinueve años, cuando comencé a asistir a talleres de escritura. Fui a talleres con Mario Merlino, Augusto Monterroso o Alfredo Bryce Echenique y entendí que no se me daba mal y que debía dedicar tiempo y esfuerzo a esa tarea. ¿Qué fue lo primero que escribiste? ¿A qué edad lo hiciste? No lo recuerdo con exactitud, pero a los once o doce años escribía cuentos de terror, muy inspirados por Poe y Lovecraft. Malísimos, por supuesto. ¿Tiene tu vida profesional relación directa con tu faceta como escritor? Y tan directa. Hoy en día me dedico profesionalmente a la escritura. Escribo novelas, libros de relatos y textos infantiles. También textos teatrales y guiones audiovisuales, por encargo. Y complemento esto dictando conferencias e impartiendo talleres de escritura. Pero no siempre he tenido la suerte de vivir de la escritura. Durante años, viví de lo que ganaba como camarero, entre otros oficios. ¿Cómo te formaste como escritor? Leyendo, principalmente. Además, asistí a esos talleres de escritura creativa de los que te hablé. También fueron importantes en mi formación los cuatro años de Filosofía que pude cursar. Pero la formación de un escritor no cesa nunca. Cada libro que lees y cada proyecto creativo en el que te metes, te enseñan algo. ¿Tienes alguna manía al ponerte a escribir? Varias: café, tabaco, diccionarios y gramáticas cerca (en papel), música... Necesito también tener ropa suelta, no llevar calzado... ¿Prefieres algún lugar o momento a lo largo del día para escribir? Escribo, generalmente, por las mañanas. Me levanto temprano y aprovecho hasta las diez y media o las once, antes de que empiece a sonar el teléfono y el tiempo de pensar en las tareas domésticas. Luego, durante el día, hago algunos apuntes. De ordinario produzco unas tres páginas diarias, más o menos presentables, que corrijo en bloque hacia el final de la semana. Antes de iniciar una novela, ¿la planificas mucho o te dejas llevar por la inspiración? No comienzo a escribir una novela sin saber adónde voy. En general, las pienso mucho. A veces, durante años. Hago pequeños apuntes, anoto ideas. Cuando me siento a escribirla tengo al menos un esquema argumental, algunas subtramas y los perfiles de los personajes principales. Además, normalmente hago breves pruebas de estilo, para elegir la posición del narrador, el tono, etc. ¿Eres una escritor de las que escriben a mano o te decantas por las nuevas tecnologías? Hago apuntes a mano y después los trabajo mucho en diferentes versiones al ordenador. Trabajar a mano las primeras versiones es más ventajoso de lo que parece: el pensamiento va de forma más inmediata al papel, pero, aparte de eso, al pasar esos apuntes al ordenador, ya estás haciendo una primera corrección del texto. Y es que escribir es corregir, así que conviene comenzar a hacerlo desde el principio. ¿Cómo es un día en la vida de una escritor como tú? Cuando no me toca hacer algún viaje o cita matinal, me levanto temprano, como te dije, trabajo en la escritura hasta la media mañana. Después empleo algo de tiempo en documentar, atender citas, etc. Si saco tiempo, leo una o dos horas. Luego me encargo de cosas de la casa, de la comida, etc. A mediodía, con mi pareja, nos relajamos siempre un poco, viendo cine o alguna serie. Por las tardes, si puedo, araño otro ratito a la lectura. Todo esto, de manera ideal: a veces tienes que entregar un encargo y todo el plan se va al garete y escribes durante horas y casi sin comer. ¿Eres aficionado a la lectura?¿Le dedicas muchas hores a lo largo del día? No cuento las horas que le dedico al día. Voy arañando todos los huecos que puedo: las últimas horas de la mañana o de la tarde, la última hora del día, en la cama, el tiempo que paso en medios de transporte (no conduzco, por lo que puedo aprovechar los ratos que paso en la guagua). Por lo general, acabo leyendo una novela (si tiene menos de 300 páginas) a la semana, además de libros de cuentos, poesía y algo de ensayo. ¿Qué tipo de literatura te gusta leer? De todo, aunque con los años te vas volviendo más selectivo y casi por la portada puedes oler qué libro no va a interesarte. Se me suelen caer de las manos los libros mal escritos, los que surgen más de la mercadotecnia que de la intención literaria, los que están hechos para halagar al lector y los que repiten hasta la saciedad fórmulas ya manidas. Por lo demás, no le hago ascos a ningún género, porque soy muy curioso y porque sé que las sorpresas gratas habitan siempre en los lugares más inesperados. ¿Eres lector de libros de papel o también lees ebooks? No tengo nada en contra de los ebooks. Me compré uno. Antes de que se rompiera (porque se rompen), leí seis libros en él ¡a lo largo de dos años! Lo digital lo dejo para leer pruebas de edición o libros que están descatalogados y solo pueden conseguirse así. En realidad, he entendido que soy lector en papel. Si puedo conseguir el libro en papel, lo disfruto mucho más. ¿Cuál es tu autor favorito? ¿Nos podrías recomendar una obra de él? Tengo muchos autores y autoras favoritos. Por elegir a un autor que siempre ha sido importante para mí, elegiría a Julio Cortázar. Y por recomendar una obra, Los relatos, en la edición en cuatro volúmenes de Alianza Editorial. ¿Recuerdas algún libro de tu infancia con especial cariño? ¿Cuál es? ¿Por qué le tienes especial cariño? La vuelta al mundo en ochenta días. Fue, creo, la primera novela que leí. ¿Qué estás leyendo ahora? La broma infinita, de David Foster Wallace. ¿Si tuvieras que recomendar una novela cuál sería? Has de conocer a la persona a quien le recomiendas la novela. Me pasé años recomendando libros en una sección de radio y entendí que no siempre se puede acertar. Además, ¿cómo quedarse solo con una en un mundo lleno de novelas perfectas? ¿El maestro y Margarita, Rayuela, Orlando, El bosque de la noche, El ruido y la furia, Ulises...? Aunque, mira, como se acaba de morir y se le conoce poco en nuestro país, me voy a atrever a recomendar G., de John Berger. ¿Qué autores clásicos y contemporáneos te han influenciado como escritor? Son demasiados para dártelos. La lista ocupa unas cuantas pantallas. En mi blog, una vez, intenté responder a esa pregunta. Me salió una lista de unos 170 libros. Este es el enlace, por si te interesa: https://alexisravelo.wordpress.com/?s=libros+que+me+ense%C3%B1aron+algo ¿Hay algo que haya influido en tu manera de escribir como la música, el cine, alguna vivencia, tus raíces…? Todo eso y más. Mis influencias son literarias, filosóficas, musicales, cinematográficas, artísticas y teatrales. Pero todo eso no sirve de nada sin la experiencia, sin tus personales conocimientos del mundo y los seres humanos. ¿Tienes más aficiones además de la literatura? ¿Nos podrías hablar un poco de ellas? Toco la guitarra en modo beodo-culinario. También mantengo un pequeño huerto, en casa. ¿Crees que Internet y las nuevas tecnologías ha cambiado al lector actual? ¿Por qué? Han democratizado mucho el acceso a la cultura, pero, al mismo tiempo, dificultan la profundización en los contenidos culturales, dada la abundancia y la aparente inmediatez de todos esos materiales, lo cual implica un cierto “ruido” que dificulta, en ocasiones, la recepción y comprensión del mensaje. El lector digital debe vigilarse para no quedarse en la superficie de los contenidos y entender que esa “inmediatez” es solo aparente. Ver la reproducción de una escultura en Internet, no es ver esa escultura, igual que explorar Venecia con Google Maps no es viajar a Venecia. El mapa, en uno y otro caso, no es el territorio. Los usuarios de la red debemos entender esto para evitar el empobrecimiento del discurso. Esto se entiende bien si lees “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, de Walter Benjamin que, paradójicamente, puedes leer gratuitamente en Internet. Hablemos ahora sobre tu novela, La otra vida de Ned Blackbird: ¿De dónde surgió la idea de escribir esta novela? Por un lado, de una reflexión sobre los límites de nuestro conocimiento cierto del mundo. Por otro, del recuerdo de muchos autores que tuvieron que firmar con seudónimo por circunstancias diversas. También hubo otros motivos de inspiración, como la figura de la mujer intelectual en un medio social patriarcal, la idea de la identidad conformada por la memoria o la pregunta sobre las contradicciones entre la pasión amorosa y la convivencia a largo plazo. ¿Cómo te organizaste para escribirla? La pensé durante varios años. Luego la escribí de un tirón, en unos meses. Después la guardé durante cuatro años, corrigiéndola entre trabajo y trabajo. ¿Tiene alguna historia real detrás? ¿Es muy diferente de la que acabas explicando en tu novela? No me inspiré en hechos reales, aunque hay muchos homenajes a personas reales, detalles biográficos sueltos aquí y allá en los que no conviene abundar públicamente, por respeto a esas personas. ¿Qué fue lo más complicado de la escritura de La otra vida de Ned Blackbird? El ritmo. Conseguir que no se convirtiera en un ladrillo. Por ello fui despojándola de muchas cosas que, entendí, le sobraban. ¿Tenías claro desde el principio cómo escribirías la novela? Sí. ¿Cómo fue ese momento de ponerte a escribir la primera frase de la novela? No lo recuerdo. Cuando he terminado de escribir un libro, le he dado tantas vueltas que ya no recuerdo por dónde empecé. ¿Te llevó mucho tiempo escribirla? Como te dije, el primer borrador salió de un tirón, en unos meses, y luego la corregí durante años. Para los que no conocen tu novela, ¿qué destacarías de ella? ¿por qué el lector debería elegirla? No sé venderme bien. Me gustaría pensar que es una novela rara, que se lee con rapidez y que se piensa despacio. Respecto a la promoción de tu novela ¿qué haces para que el lector la conozca? Mi trabajo es escribir la novela. De la promoción suele encargarse la editorial (que lo hace muy bien, por cierto). Colaboro con ella en todo lo necesario, haciendo presentaciones, concediendo entrevistas, etc. De tus novelas, ¿cuál recomendarías a un lector que no haya leído nunca nada de ti? Me remito a dos de mis respuestas anteriores: me resulta difícil recomendar libros a personas que no conozco y no sé venderme bien. Así que no sé cuál recomendaría. Y ahora hablemos del futuro: ¿Tienes alguna novela ‘esperando en el cajón’ a ser publicada? Ahora mismo, está ya en capilla: Los milagros prohibidos, que sale con Siruela en marzo. Una novela sobre un hecho muy poco conocido: la resistencia de un grupo de milicianos en la isla de La Palma al Golpe de Estado militar del 18 de julio. ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto? ¿Nos puedes contar algo sobre él? Ahora mismo trabajo en una novela negra. Acabo de comenzar, así que no estará antes de finales de este año. ¿Qué consejos darías a los escritores noveles que desean que sus novelas sean publicadas? Que se armen de paciencia y se presenten a concursos. Que esperen a conseguir un buen editor, aunque tarden años. Que no se autopubliquen o publiquen de cualquier manera. Vale la pena esperar. Para acabar, si quieres decir algo a los lectores de esta entrevista las siguientes líneas son todas tuyas. Me gustaría dar las gracias a los lectores de esta entrevista por haber llegado hasta aquí y pedirles que, si les cae algún libro entre las manos, olviden todas mis opiniones y juzguen solo al texto por el texto, no por quien lo escribió. Muchas gracias, Alexis, y mucha suerte con tus proyectos presentes y futuros.