Impresiona el pequeño tamaño de la mayoría de estas obras. Concebidas y ejecutadas en las más horrorosas circunstancias de persecución, cautiverio, enfermedad y muerte, sus autores emplearon los escasos materiales disponibles para crearlas. Y esas reducidas dimensiones les permitieron esconderlas mejor y que muchas de ellas se salvaran de la destrucción, mientras ellos mismos perecían. El Museo Histórico Alemán (DHM) de Berlín ha inaugurado esta semana la conmovedora exposición Kunst aus dem Holocaust (Arte del Holocausto), que hasta el 3 de abril despliega pinturas y dibujos realizados entre 1939 y 1945 por judíos presos en campos de concentración nazis, o confinados en guetos, o escondidos.