El niño desde el nacimiento debe seguir normas y reglas impuestas por su familia. Eso porque un niño sin rutina, no consigue vivir en armonía con los demás, debido al medio que vivimos, lleno de reglas y costumbres que en general son respetadas por la gente. El niño que crece sin rumbo generalmente viene de una familia que no tiene paciencia suficiente para educarlos y explicarles algunas reglas de convivencia social. Por eso es muy importante establecer una rutina diaria a los niños, para que esa decisión no parta directamente de ellos. Es importante que los niños desde el nacimiento aprendan lo que es la responsabilidad y que hay un momento específico para todo. Es obvio que niños recién nacidos no tienen el entendimiento de uno más grande, pero son pequeñas actitudes que harán la diferencia. Según R. Driekurs: "La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad." Esa rutina además de beneficiosa para toda la armonía de la familia, también es beneficiosa para el bien estar del niño, que se siente más seguro y cómodo en su ámbito familiar. El niño que no tiene la estabilidad de las rutinas en su vida, es un niño inseguro y desorganizado, porque no conoce los limites, ejemplos: • El niño sin rutinas generalmente no entiende las responsabilidades de la organización de sus juguetes. • El niño sin rutina no se alimenta bien en la hora de las comidas principales ( Almuerzo y cena), ya que comen lo que quieren fuera de horario. • El niño sin rutinas tiene dificultades en concentrarse. Ya que las rutinas no están establecidas usan su tiempo libre en diversas actividades y cuando deben de realizar una tarea sin previo aviso, por ejemplo escolar, no tienen la capacidad cognitiva de acabar con su actividad actual antes comenzar a realizar sus tareas. • El niño sin rutina tiene dificultades para dormir y despertar. Ya que no tienen un horario pre establecido por los padres, los niños sin rutinas se acuestan muy tarde y por eso no tiene disposición para levantarse, por ejemplo para ir a la escuela. Por eso es importante para todas las familias imponer rutinas a los niños. Pensando en eso siguen algunos consejos: Explique a su hijo lo importante que es ordenar siempre sus juguetes, explique la responsabilidad de él y como lo felicitará por eso. Además el horario para jugar también debe ser pre establecido con el niño. Lo ideal es hacer una planificación del día y presentársela al niño para que conozca sus responsabilidades, dentro de ese plan podemos agregar: • Establecer los horarios de las meriendas y comidas. • Los horarios de las actividades escolares. • El horario que debe irse a la cama. Poco a poco las normas de rutinas van siendo absorbidas, pero es importante ser firmes y pacientes para que el proceso vaya bien. Después seguramente será más fácil. Sabrina Rodrigues Redacción Revista Padres