Hoy el otoño es más otoño, rescatando un soplo de nostalgia, un aliento fresco que atrae la detención, la atención, en los que plantearse el mensaje de la estación, la salida de la encrucijada, y del devenir de esto que asumimos como vida a pesar o con todas sus mecánicas inercias y ajenas influencias. Hoy el otoño es más otoño... Y el poeta, ahora Fernando Pessoa, insinúa desde su particular muestrario de personalidades creativas, esto que torpemente vacío de un resorte o pliegue interno: "Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos." Hoy el otoño es más otoño, ofreciéndonos la oportunidad, la necesidad incluso, de valorar cuánto de nosotros mismos queremos o en ciertos casos codiciamos por retener, soportar, amar, ... y cuánto, solo, a olvidar, a dejar atrás, a quemar, y a convertir en cenizas y a dispersarlas con un soplido visceral y sincero hasta que desaparezcan en un origen de perspectivas tras ese retorno de cualquier final; para luego, pasado el invierno y sus reajustes especulativos y anímicos, la pausa que debería ser decisiva, a traer lo nuevo, aquello que nos deje más cerca del centro de nosotros mismos, lejanos de los márgenes que nos igualan a todos y conforme a todo. A crecer, porque dejamos de hacerlo cuando otro gélido aliento nos arranca de aquí y nos lleva... Hoy el otoño es más otoño, tanto para comenzar a elegir, a decidir, siempre a sentir, quién o cómo deseamos ser. "ESTE ALIENTO DEL OTOÑO" F.J. Calvente.