Diana de Gales consiguió con sus looks convertirse en todo un icono. Sabía como nadie lucir los últimos diseños de moda y, sobre todo, complementarlos con mucho cuidado para conseguir un estilismo completo. Entre sus accesorios, no faltaron los sombreros (algunos de ellos, modelos sorprendentes que no todo el mundo podría llevar de forma elegante), que llegaron a convertirse en su seña de identidad.