Yo siempre había comido los rábanos en aliños y ensaladas, pero nunca cocinados. Un día organizando mi nevera me di cuenta de que por error en una compra había almacenado más rábanos de la cuenta y de que tenía que gastarlos antes de que se pusieran malos (odio tirar comida). Ese fue el momento que me hizo pensar en crear y comerlos de una forma distinta y voilá, aquí el resultado.