A menudo nos resulta difícil negarnos a algo y decir un “no” firme en respuesta a solicitudes que no queremos o no podemos cumplir. Los peticionarios demasiado persistentes a veces no se limitan a una simple solicitud cortés, se vuelven demasiado insistentes y, a veces, agresivos. La psicóloga experta en conflictos Elina Frolova contó en su publicación qué actitudes erróneas tenemos establecidas, cómo lidiar con ellas, cómo aprender a decir no y resistir a la agresión.