Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
✨ Lavenrolls ✨ ingredients: fractionated coconut oil 🥥 & lavender (Lavandula Angustiforia) 💜 the perfect blend to roll on all pulse points to ease stress & anxiety. It is accompanied by amethyst crystals, known to protect against negative energy & promote peace & harmony. For $25 each, 25% of the proceeds are being donated to koala 🐨 rehabilitation in Australia 🇦🇺 from the recent fires
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
A study from the University of California, Irvine, explains a hitherto unknown mechanism of action for bioactive molecules in commonly used plant-based folk medicines like fennel, camomile and lavender that are used to lower the blood pressure.
La lavanda va potata energicamente!
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva. Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso. Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración. Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande. El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado. Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas. Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto. Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo. Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante. ¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año: Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado. Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera. No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible. Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido. Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado. En mi opinión es importante no podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración. Aquí tenemos ya la lavanda podada.
Jardinería, rosales, decoración, Bellas Artes, Artesanía, restauración, Manualidades, tutoriales
This Mediterranean border idea includes a lovely selection of shrubs and perennial plants that like it hot and dry. Blooming for months from late spring to late summer, most plants have received the prestigious Award of Garden Merit of the Royal Horticultural Society. Enjoy a colorful show in your waterwise garden!
Aceite 100% de la concentración más pura de Lavanda. Origen: Bulgaria. Nombre científico: Lavand...
Coltivazione e cura della lavanda, foto, informazioni, scheda tecnica
Le dictionnaire des plantes par Ooreka.fr : Lavande (fiche d'identité, variétés, plantation, culture, entretien et maladies)
Explora els beneficis de l'Oli Essencial de Lavanda de Gotes: perfecte per a la cura de la pell, relaxació i millora del son. Pura tranquil·litat en cada gota.
Conoce todo sobre la Lavandula x allardii, una especie que produce las flores algo más grandes que otras de su género.
Un exquisito jabón con olor a primavera que nutre, relaja y aromatiza. Al estar elaborado con manteca de cacao, ejerce una eficaz acción antioxidante. Su delicado aroma a flores de lavanda relaja nuestros sentidos. Hidrata y nutre hasta las pieles más delicadas. También es útil como repelente*. Ingredients: Olea europaea fruit oil, aqua, theobroma cacao seed butter*, sodium hidroxide, helianthus annuus seed oil, lavandula angustifolia flower extrac, Linalol*, geraniol*, borneol*, eucaliptol*, acetato de linalol*, alfapineno*, limoneno*, acetato de gerinilo*, terpineol*, lavandulol*, nerol*. *Aparecen de forma natural en los aceites esenciales. **Origen Bio - Ecológico. Recomendado para: Cara, cuerpo y cabello. 100 gramos (Precio/Kg €140,00)
Ramo flores secas azules de 100 tallos de auténtica lavanda del más fino azul oscuro. Quedan muy bien en un jarrón o en varios jarrones pequeños y duran hasta dos años, si no los pones a la luz directa del sol.✓Vivos colores hermosos hasta 2 años ✓Reemplazando a muchas flores frescas (contaminantes) ✓Granja propia de lavanda sostenible ✓Se puede enviar en envase buzón Ramo flores secas de lavanda Esta ramo flores secas es calmante y huele más rica, suave y dulce que la lavandina que se ofrece habitualmente.El hermoso color intenso de este ramo flores secas también las hace muy adecuadas para proyectos creativos.Este ramo de lavanda azulados auténtica de color azul oscuro contiene 100 tallos. Lavanda azulado Angustifolia de olor perfecto.Se presenta en racimos con una longitud de 20 a 28 cm.Esta lavanda Angustifolia huele más rica, suave y dulce que la lavandina que se ofrece habitualmente. Esta variedad de lavanda azulado es una de mis favoritas En la floración en tierra es más púrpura que azul. (Vea la foto de esta lavanda en flor en nuestro terreno. )Una vez seca, en un proceso de secado natural, esta lavanda se vuelve de un hermoso azul oscuro intenso.Los hermosos colores azules intensos de esta lavanda la hacen muy adecuada para su uso en jabones.O para hacer tarjetas de invitación o pequeños ramos para una boda o una ocasión especial.En el parque natural de las Alpujarras, donde vivimos, cultivamos la lavanda con el máximo respeto a la naturaleza.También vendemos esta lavanda calmante por separado, seca, para una máscara de ojos, una bola antiestrés o para ponerla en una bolsa junto a la almohada.O, por supuesto, para destilar su propio aceite de lavanda calmante. Esta lavanda azulado Angustifolia es calmante. Ramo de flores en el buzón Puedes recibir este ramo de lavanda como paquete normal o como paquete buzón. Suele ser más rápido y no tienes que quedarte en casa para ello.El envío de este ramo de lavanda seco como buzón no conlleva gastos adicionales.Los tamaños de estas cajas de envío son:25 x 20 x 2 cm35 x 25 x 2 cmEstos tamaños son suficientes para los buzones de los Países Bajos. Si vive en otro país, compruebe el tamaño de su buzón.
Plantas de jardín seco, rústicas y resistentes a la sequía que te ayudaran a crear un jardín bonito pero de bajo consumo y mantenimiento
Descubre cómo usar aceite esencial de lavanda para dormir, para la piel, para aliviar el dolor de regla o de cabeza, para prevenir los piojos... ¡y mucho más!
Plant profile of Lavandula x intermedia 'Grosso' on gardenersworld.com
Lavanda es la denominación común de las plantas agrupadas en el género Lavandula, características, cuidados y cultivo. Beneficios. Taxonomía.
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Sugerentes combinaciones de plantas mediterráneas rústicas adecuadas para jardinería sin riego o jardín seco
En cuisine, que ce soit à l'époque victorienne ou celle de la Régence, le XIXème est le siècle des plats et des desserts réalisés dans des moules.
Descripción ❯ La menta se dirige directamente a la nariz tapada mediante la inhalación y ayuda a abrir las vías respiratorias. El Eucalipto y la Lavanda actúan como poderosos descongestionantes ayudando a aflojar las mucosas y aliviar sus síntomas. La Nariz Tapada contiene Eucalipto (Eucalyptus Globulus), Lavanda (Lavandula Officinalis) y Menta (Mentha Arvensis). Solo los frascos de 10ml vienen en una caja de presentación con folleto de instrucciones incluido. Precauciones ❯ La mezcla se puede aplicar en la base de los pies y en la nuca. También se puede inhalar. Diluya siempre antes de usar.Nunca use aceites puros en la piel sin diluir, nunca los use internamente, manténgalo alejado de los niños y los ojos, siempre verifique si hay algún problema médico que pueda causar un problema. Busque ayuda si tiene alguna duda.Nota importante: La información proporcionada es solo para fines educativos. Documentos❯
Lavender (Lavandula spp.) is a beautiful addition to any outdoor garden, but growing lavender indoors is easy too. Here's how to do it.
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