En Agosto también hay tiempo para una tarde fresca y verde, para perderse en lugares un tanto fantásticos y sino mirad... Belleza verde que envuelve y cautiva...como en las antiguas leyendas de ninfas y ondinas... que se asoman desde la corriente entre juegos y risas... Los árboles de tonalidades imposibles verde-azuladas desde el río... ...y las libélulas de colores caprichosos y alas tejidas por la fantasía... Ya es hora de emprender el camino, abandonar este plácido lugar de rumor de agua... ...prometiendo volver, aún con el hechizo prendido en nuestro corazón... La tarde se despide lentamente, sin querer dejar tampoco este lugar, mecida en estas aguas, Volvemos...la brisa entre los árboles nos despide...y sus colores ya son más meláncolicos, más dorados...adiós...hasta pronto...